Hace 11 años | Por Matroski a alpoma.net
Publicado hace 11 años por Matroski a alpoma.net

Viajemos a un rincón de la actual Serbia hacia el mes de julio del año 285. Ese tiempo y ese lugar fueron testigos de las batallas que enfrentaron a dos pretendientes a la corona imperial romana, proclamados por sus respectivos soldados. De un lado, Carino, con un potente ejército pero con menor experiencia y, para su desgracia, cierto desprecio hacia el senado y a sus propios soldados, cosa que le pasó terrible factura. Frente a él aparecía el disciplinado ejército de Dicleciano, un experimentado oficial que había escalado a lo más alto...