Corren tiempos difíciles en Newcastle. Para el equipo, hundido en la 16ª plaza de la Premier League; para su dueño, Mike Ashley, al que no le salva ni el hecho de ser inglés, y al que los aficionados de las ‘urracas’ culpan de la pésima trayectoria del equipo y de la salida de Kevin Keegan, hasta el punto de que no puede acudir a los partidos que se disputan en St. James’ Park. Y hasta para un tal Alan McKenna, socio del Newcastle, al que unos vándalos intentaron agredir en un pub por su asombroso parecido físico con Ashley.
Comentarios
Debieron pensar que era Bill Gates
Bill Gates se plantea comprar el Newcastle
Bill Gates se plantea comprar el Newcastle
as.com"al que unos vándalos intentaron agredir en un pub por su asombroso parecido físico con Ashley"
Cuesta menos de imaginar que lo agredieran ya no por parecerse, sino por creer que era el dueño del club.