Está el abuelo de la política de ERC fugada Marta Rovira, que fue alcalde franquista. Igual que el del conseller Pere Aragonés. También el abuelo de Puigdemont, que del mismo modo que casi un siglo más tarde lo hiciese su nieto, huyó. Desertó del bando republicano, se largó a Cádiz y se acabó refugiando en una iglesia próxima a Ubrique. También el curioso caso de Lluis Llach, que nombra a su abuelo republicano en su canción más popular e himno del independentismo (L’estaca).
Ya lo decía en su época Salvador de Madariaga, cuando en la transición una avalancha de propaganda nacionalista empezó a presentar a sus regiones como las víctimas por antonomasia de franquismo, solo hay que ver las listas de altos cargos franquistas para observar absoluta sobrerrepresentación de vascos, madrileños y catalanes, los dueños del dinero, los dueños del cortijo, antes y ahora.
Comentarios
Ahora vendrá la manada de las sonrisas, y sus apologistas, con sus ArrimbacataCIUña!!! a votar negativo
Eran otro tiempos, no se podía viajar al extranjero, ni siquiera dentro del maletero de un coche. Por eso el abuelo de Puige no pudo escribir un GPAP.
#1 "También el abuelo de Puigdemont, que del mismo modo que casi un siglo más tarde lo hiciese su nieto"
Pues se ve que eso de huir Puchi lo lleva en la sangre...
Pd: El GPP ya tenía una referencia cuando se creó...
#3 Sangre con el ADN perfecto, sin taras.
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elespanol.comLa cobardía es hereditaria
Imposipla. IM-PO-SI-PLA.
Vaya... no me lo esperaba...
Meras casualidades.
Joder con los voxistas tienen que ir un siglo atrás para desprestigiar a sus oponentes... ¡y están orgullosos de hacerlo!... vaya tropa.
#11 Cuando se habla del 3 % no se refieren a doblones de oro, reina.
Conclusión la religión no es hereditaria , en el siglo XXl en España.Y eso con el contagio directo de los padres.
Ya lo decía en su época Salvador de Madariaga, cuando en la transición una avalancha de propaganda nacionalista empezó a presentar a sus regiones como las víctimas por antonomasia de franquismo, solo hay que ver las listas de altos cargos franquistas para observar absoluta sobrerrepresentación de vascos, madrileños y catalanes, los dueños del dinero, los dueños del cortijo, antes y ahora.