19 de septiembre de 2010. José Antonio Labordeta fallecía en Zaragoza a los 75 años. Su nombre y apellido están ligados para siempre a la historia. La de Aragón, especialmente. Pero también a la del resto de España. Se cumplen diez años de su muerte, pero su legado cultural, social y político sigue vivo y vigente. Así lo reflejan diferentes proyectos que han ido saliendo a la luz durante los últimos años. Y los que quedan.
Tuve la gran suerte de ser su técnico de sonido en varios bolos. Y pude convivir con él de una forma familiar, cenas, etc.
Su equipo de músicos y técnicos le llamaba "el abuelo" de forma cariñosa.
Nunca olvidaré esos días, de lo mejor con que me he cruzado. Una gran persona.
Recomiendo como lectura ligera pero honesta su libro: Memorias de un beduíno en el congreso de los diputados.
Ese señor aragonés mayor ahí, con esos ojos besugones, viendo como funciona ese zurruchal.
A la mierda!
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Tuve la gran suerte de ser su técnico de sonido en varios bolos. Y pude convivir con él de una forma familiar, cenas, etc.
Su equipo de músicos y técnicos le llamaba "el abuelo" de forma cariñosa.
Nunca olvidaré esos días, de lo mejor con que me he cruzado. Una gran persona.
Labordeta comenta su ¡A la mierda!
Recomiendo como lectura ligera pero honesta su libro: Memorias de un beduíno en el congreso de los diputados.
Ese señor aragonés mayor ahí, con esos ojos besugones, viendo como funciona ese zurruchal.
A la mierda!
Un recuerdo.
¿10 años ya?