[C&P] Lo grave del caso español es cómo se ha realizado la tramitación de nuestra propia Tasa Google. A la nocturnidad y la alevosía con la que ha sido gestada, rehuyendo el diálogo y sin buscar opiniones que puedan divergir de las tesis defendidas por la Asociación de Editores de Diarios Españoles, se suma un lenguaje chapucero y obtuso que culmina con el carácter irrenunciable de un canon injusto.