Los insensatos que han desarrollado estos proyectos iban improvisando a la vez que publicaban sus logros sin filtro, con el fin de captar capital de inversores de riesgo y entidades corporativas mastodónticas. [..] Seamos claros: la irrupción de la IA -o mejor dicho, el cúmulo de algoritmos que deciden- ha llegado al mundo sin filtro ni cuidado, sin miramiento o análisis. Se trata de la ejercitación del más puro neocapitalismo sumado a la ley del embudo.