Hace 3 años | Por NubisMusic a literatura.us
Publicado hace 3 años por NubisMusic a literatura.us

El vagón iba casi vacío, tanto que el chiquillo tenía un lugar para él solo y su madre ocupaba un asiento al otro lado del pasillo, junto a su hermanita, un bebé con un pedazo de pan tostado en una mano y un sonajero en la otra. La niña estaba atada al asiento de modo que pudiera incorporarse y mirar alrededor, y cuando empezaba a deslizarse lentamente de costado, la correa la sujetaba y la sostenía hasta que la madre se volvía y la enderezaba. El chiquillo miraba por la ventana y comía una galleta y la madre leía...