Hace 9 años | Por DeusExEmpanada a bbc.com
Publicado hace 9 años por DeusExEmpanada a bbc.com

¡Demonio! ¡Enfermo de cáncer! ¡Cáliz del tabernáculo! Los tacos forman parte de la mayoría de las culturas, pero ¿qué convierte una palabra en un taco? En este artículo se analizan los orígenes de las blasfemias más comunes en diversos idiomas. Traducción en #1.

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DeusExEmpanada

Ahí va mi traducción.

Diablo! Enfermo de cáncer! Cáliz del tabernáculo!

La razón por la que puedo decir esto es porque estoy escribiendo en Inglés, no finlandés, holandés o francés Québécois.

Se podría pensar que la definición de los tacos sería similar en todo el mundo, pero no sería del todo correcto. El lenguaje soez -los tacos, la blasfemia, o como quieras llamarlo - es especial.

Si el lenguaje cotidiano es como la corteza de la tierra y el suelo en que vivimos, los tacos son como volcanes y géiseres en erupción a través de él desde el manto inferior. Nuestras tradiciones sociales determinan qué partes de la corteza son los puntos finos. No es suficiente tener emociones intensas, debe existir una estructura de poder y control social dominante subyacente. Los tacos implican a menudo nombrar cosas que deseamos pero que se supone no debemos desear; como mínimo, con ello pretendemos alterar las estructuras de poder que puedan parecer un poco arbitrarias.

Tendemos a pensar en los tacos como una sola entidad, pero en realidad cumplen varias funciones distintas. Steven Pinker, en El mundo de las palabras, describe unas cinco maneras diferentes de maldecir: "descriptivamente (Vamos a follar), en sentido figurado (Estamos jodidos), abusivamente (Que te den por el culo!), con empatía hacia los demás (Esto es jodidamente increíble), y catárticamente (Me cago en los cojones!). "Ninguna de estas funciones requieren palabrotas. En Bikol (un lenguaje de Filipinas), hay un vocabulario especial para mostrar ira - muchas palabras tienen formas alternativas que se refieren a la misma cosa, pero añaden a su significado que estás enojado. En Lugandés (una lengua africana), se puede construir una palabra insultante con sólo cambiar el prefijo de un sustantivo, de manera que en lugar de hacer referencia a personas se refiera a ciertos tipos de objetos, por ejemplo. En japonés, se puede insultar a alguien solo con el uso de una forma inadecuada de "usted".

No todas las palabras tabú cuentan como tacos. Algunas palabras tabú siguen siendo parte del "lenguaje fuerte", aunque no pensamos en ellas como palabrotas -epítetos raciales, insultos basados en la discapacidad y la orientación sexual, ...- pero algunas se refieren a cosas que evitamos nombrar a causa de su poder. La palabra inglesa "oso" viene del vocablo 'marrón', que se utilizaba en lugar del verdadero nombre del animal porque nadie quería decir su nombre (no fuese a ser que apareciese). En el sur de África, algunas culturas tienen un discurso "de respeto" que se impone a las mujeres para cuando hablan en relación a sus suegros: por ejemplo, el nombre del suegro es tabú, como también lo es cualquier palabra que se parezca - pero eso no convierte dichos nombres en palabrotas para gritar cuanto nos hacemos daño.

La madre de todos los insultos

Los nombres de los genitales son el origen favorito y más común de las palabrotas, y el tipo de palabras utilizado por defecto para las cinco funciones de Pinker. Se puede gritar perfectamente el nombre del órgano masculino o femenino cuando uno se irrita en China o Rusia; también en Italia, si alguien se te cruza en medio del tráfico, se puede soltar "che cazzo", que podría traducirse como "Pollas!" Pero la palabra para el órgano femenino es generalmente el más prohibido. Los penes son claves para el poder; las vaginas se mantendrán cerradas bajo llave, excepto para el hombre que posee la llave correcta. Si bien 'vittu' suena igual o más fuerte en finlandés que 'che cazzo' en italiano, el francés 'con' y sus derivados 'connard' y 'connasse' no suenan peor que un 'gilipollas' en inglés. Y en Rinconada Bikol, un lenguaje de Filipinas, 'Nanya ni Buray' (la vagina de tu madre) se utiliza comúnmente como podríamos utilizar "cojones!"

El sexo, aunque se desea, es -en la parte más agresiva de la mente- un acto de dominación, algo realizado a un destinatario más débil. Los equivalentes funcionales a la palabra 'fuck' inglesa (follar, joder) se encuentran en muchos idiomas. Esto está evidentemente vinculado a la dominancia masculina. Las hembras quedan habitualmente relegadas a un papel de sumisión. Pero los hombres también están asociadas a sus madres de crianza (supongamos que nos hemos leído ya las teorías freudianas eh?). Así, los vocablos más transgresores en muchas culturas implican actos sexuales con la madre de una persona (a veces especificando sus genitales). Las culturas en las que las madres figuran entre las palabrotas son sobre todo de origen latino (excepto el francés); y también los eslavos, los balcanos, los chinos y sus vecinos los árabes. Se da la casualidad de que estas culturas también tienden a exhibir núcleos familiares amplios, en lugar de sociedades familiares nucleares. Algunos de los juramentos repartidos de manera más amplia se ceban en el padre (Bosnia), en el abuelo, e incluso en todo el conjunto de parientes: Albanés (robt qifsha - "tu familia"), Turco (sikeyim sülaleni - "tu familia y tus allegados"), mandarín (CAO nǐ zǔzōng Shiba dài - "tus antepasados hasta la dieciochoava generación").

La moral es un sistema que aporta cierto control y continuidad a la posición dominante masculina, así como también cierto nivel de seguridad a la mujer. Las prostitutas desafían la exclusividad de la esposa y la propiedad de un hombre, lo que probablemente explica por qué palabras como 'puta' forman también parte del repertorio de palbrotas en muchas partes del mundo - y también que en algunos idiomas (como Lugandés) se eviten los nombres de los genitales: las prostitutas los utilizan. De hecho, las culturas que maldicen a las madres tienden a maldecir también a las prostitutas mucho. A excepción de China, en el mundo eslavo la palabra "puta" es un insulto clave; 'Kurwa' en polaco es el equivalente al 'fuck' inglés. El español también tiene "hijo de puta", el italiano tiene "puttana" y en francés existen numerosos tacos que involucran prostitutas y burdeles - y heces.

Hablar sucio

Entre las culturas cristianas, la línea entre los que juran mucho sobre las madres y las putas y los que lo hacen se parece mucho a la línea entre aquellas en las que Santa María es una coprotagonista con Jesucristo y aquellas en las que sólo es un extra. Si mentas la madre de un hombre en Finlandia, por ejemplo, lo más probable es que el tipo suponga que tienes una disputa personal con ella, en lugar de que perciba que estás tratando de ofenderlo. Sí, en Finlandia, el vocablo para los genitales de una mujer es una de las palabras más ofensivas disponibles. Pero otras palabras igualmente ofensivas son Saatana (Satanás), Perkele (diablo - convertido de el nombre de un dios del trueno pre-cristiana), y helvetti (Infierno). Esta es también la norma en sueco, noruego y danés.

El fuego y el azufre ardientes declamado por los misioneros infundieron el miedo al mal en esta gente. Algunos ejemplos similares del control de la iglesia aparecen en el Inglés (hace siglos maldecir algunas partes del cuerpo de Cristo era lo peor que se podría lograr, y aún ahora "maldición" e "infierno" son términos dudosos). En Francia puede que se acepten sus Putains y sus Cons, pero en Quebec, que hasta hace unas décadas fue fuertemente dominado por la Iglesia Católica, gran parte del lenguaje fuerte preferido está formado por palabras de lo que encontrarás en una iglesia: hostie (comunión consagrada, hostia), tabernáculo (donde se almacena la hostia), ciboire (el platillo donde se lleva) y calice (el cáliz de vino).

Las heces se utiliza como palabrota en menos lugares de los que podrías imaginar. Aparece aquí y allá: en algunas lenguas australianas, de Fiji, en el árabe, y en el albanés, por nombrar unos pocos idiomas. En el círculo británico-francés-alemán, mierda, merde, y Scheiße son tacos en virtud de la higiene establecida en la sociedad. Pero en Suecia, mientras que se podría decir 'sketch' cuando estás molesto, incluso se puede decir delante de la abuela. En otros idiomas existen diversos tabúes relacionados con la limpieza: por ejemplo, los trapos que se utilizan para limpiar el trasero (¿?) son especialmente malsonantes en jamaicano.

Algunos pocos lugares muestran también una repulsión especial a la enfermedad. En algunos idiomas como el Polaco se puede gritar "cólera" como un improperio catártico (si eres de una generación anterior) y también se le puede desear cólera a alguien en tailandés. Gran parte de los tacos holandeses hacen uso del cáncer, el cólera y el tifus; si quieres hacer algo ofensivo en holandés, sólo tienes que añadir 'kanker' a ella. - "Enfermo de cáncer". Así se convierte en un insulto muy ofensivo. La mala salud parece molestar a los holandeses más que las violaciones del código moral.

Los animales pueden ser también algo sucio, y se utilizan en muchos insultos, pero normalmente se alejan de las reglas morales de la sociedad, por lo que en general no son en lo que pensamos cuando queremos maldecir - excepto cuando provienen de referencias veladas, como con el mandarín 'Guitou' (cabeza de tortuga, metáfora del pene). Del mismo modo, la deficiencia mental es ampliamente menospreciada, pero mientras el insulto de "idiota" y equivalentes son bastante comunes, sólo en japonesa es uno de los tacos más populares (baka). Las estructuras de control social varían de un país a otro, pero después de todo, se han desarrollado por el mismo animal humano, en el mismo planeta. Es el mismo magma burbujeante.

ur_quan_master

Soy de puerto pesquero, aquí los tacos se usan para hacer pausas en una frase, como las comas.

ﻞαʋιҽɾαẞ

#2 No se me había ocurrido coño buena idea.

DeusExEmpanada

#2 En el pueblo donde nací acompañamos los buenos días con un mecagoendios.