Cada año, en otoño, cientos de miles de aves protegidas son capturadas y mueren en los más de 1.500 paranys y barracas ilegales que se distribuyen a lo largo de las comarcas de Castellón, norte de Valencia, sur de Tarragona y parte de Aragón. Esta modalidad tradicional de caza está prohibida por diferentes leyes, pero se sigue practicado gracias a la tolerancia de las autoridades locales y al respaldo de los partidos políticos, que anteponen la defensa de una cruel "tradición" practicada por unos pocos al deber de conservar la biodiversidad.
Estoy viendo con asombro que son pequeños pájaros insectívoros. En muchos sitios se gasta bastante dinero en la protección de estas aves para preservar a los bosques de un número creciente de plagas de insectos. Esta barbaridad merece mis más enérgica repulsa. Esto debe de llegar a portada. Es muy grave.
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Estoy viendo con asombro que son pequeños pájaros insectívoros. En muchos sitios se gasta bastante dinero en la protección de estas aves para preservar a los bosques de un número creciente de plagas de insectos. Esta barbaridad merece mis más enérgica repulsa. Esto debe de llegar a portada. Es muy grave.
Y luego se los zampan...