Las dos reglas de la procrastinación: 1) Hazlo hoy. 2) Mañana será hoy mañana. Vincent T. Foss
Susan Daley fue una exitosa empresaria que vendía productos promocionales. Le gustaba ganar dinero decente y tener la flexibilidad de trabajar en casa. Recientemente, Susan se hizo cargo de la cuenta de un colega, una gran oportunidad de crecimiento. Entonces, ¿por qué pasaba sus mañanas jugando al solitario en su desordenada oficina en lugar de hacer llamadas telefónicas a posibles clientes?
Aplazar es “posponer hacer algo”, o “posponer o retrasar innecesariamente”. A veces evitamos hacer las tareas que deben hacerse porque son desagradables o aburridas, o porque tenemos pocas habilidades de gestión del tiempo o somos flojos. Y, sin embargo, a menudo son las tareas que más queremos hacer las que posponemos, lo que genera mucha presión interna.
En el caso de Susan, a ella le encantaba construir relaciones con clientes potenciales, ayudarlos a servir mejor a sus clientes y empleados, y hacer un buen sueldo para mantener a su familia.
Entonces, ¿qué estaba pasando?
La conciencia es el primer paso. Piensa en tus excusas para no lograr tus objetivos. Cada uno tiene su propio patrón de postergación. Aquí hay ocho ejemplos:
- Miedo al cambio, rechazo o fracaso
- Necesito ser perfecto (no puedo hacerlo perfectamente, así que no comenzaré)
- Falta de tiempo
- Demasiado estrés, presión o ansiedad que conducen a la parálisis.
- Abrumarse sobre cómo comenzar (la tarea es demasiado grande, no sé cómo hacerlo, etc.)
- dudas o falta de confianza
- Desorganización, indecisión.
- Otras prioridades, grandes (crisis laboral / familiar) y pequeñas(mirar las redes sociales)
¿Estas excusas suenan razonables y lógicas? Ese es a menudo el caso. El problema es que si acepta las excusas, no sigue los pasos necesarios para alcanzar tus objetivos. El aplazamiento puede hacer que te sientas bien en el momento, pero luego crea estrés. Esto se convierte en un círculo vicioso.
Superar el obstaculo
“La forma de comenzar es dejar de hablar y comenzar a hacerlo” – Walt Disney
Entrar en acción alivia el estrés de la procrastinación casi instantáneamente.
Aquí están los cinco pasos simples:
- Identificar la tarea a realizar
- Identifique el primer o el siguiente paso para realizar la tarea.
- Comprométete a un momento en que comiences el primer paso
- Sé consciente de su patrón de excusas
- PERO comienza el primer paso en colaboración con las excusas
Susan describió los pasos necesarios para organizar sus archivos y su oficina para tener acceso inmediato a la información del cliente. Ella estableció metas diarias y semanales para contactar prospectos y clientes. Trabajar con un entrenador proporcionó la estructura y la responsabilidad para mantenerse en acción en estas tareas. Ella desarrolló estrategias para contrarrestar el miedo al rechazo que alimentaba parte de la procrastinación.
No te preocupes por eliminar todas las excusas o analizar demasiado por qué estás postergando.
Como descubrió Susan, puede ser útil tener socios y estrategias para mantener a raya las excusas.
Te sentirás más seguro y relajado a medida que experimentes el éxito de alcanzar tus objetivos. Ganas impulso y si comienzas la tarea una y otra vez, finalmente lo lograrás.
Comentarios
¿Qué largo no? Ya lo leeré más tarde.