Dos segundos, parte II

Cuando el peor resultado posible se transformó en una catástrofe económica, muchos cuellos temblaron. Llegó el día de LA REUNIÓN, la lista definitiva de guillotinados. El Jefe de Proyecto estaba blanco. 

— Aquí, el filósofo, fue el único que dijo que esto podía pasar —escupió nuestro Robespierre. 

—Yo jamás dije eso. Era una posibilidad. AGI1 es más inteligente que cualquier humano y la pusisteis en el mismo dilema existencial al que las mejores mentes de los nuestros no han sabido responder. Le disteis la capacidad de raciocinio de un dios y las contradicciones vitales de un humano. Cualquier resultado era posible, incluso aquellos impensables.

—Y la posibilidad se tornó certeza. 

—O no. Recordemos que es más inteligente que nosotros, y que algunas especies fingen su muerte para sobrevivir. La falta de imaginación, como dije, sigue siendo preocupante —afirmé, vengándome. 

Nuestro Jefe de Proyecto pasó del blanco al azul.