La elevada demanda de carne y lácteos, junto con el desperdicio alimentario, es una importante causa de emisión de gases de efecto invernadero en el sector agroalimentario. Por otro lado, no es estrictamente necesario consumir alimentos de origen animal para llevar una dieta saludable. Es necesario tener un suficiente aporte calórico y de proteínas, calcio, hierro, y otros nutrientes, vitaminas y minerales que componen una dieta saludable, pero éstos se pueden adquirir siguiendo una dieta basada en el consumo de vegetales.
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