Solemos caer los que hacemos trabajo más o menos intelectual, más o menos creativo (que cada vez son más, pues cada vez más empleos tienen una parte creativa o imaginativa, no digamos ya vocacional) y que derivan en una discutible pelusa al obrero, que idealizamos como si fuese un cándido robot que se apaga cuando llega a casa.
#1:
Nadie envidia el trabajo de las cajeras. Lo que envidian son sus sueldos y su estabilidad laboral.
Dejad de retorcer los argumentos para convertir la mierda en tutti frutti. El trabajo, salvo evidentes excepciones, no dignifica, lo que dignifica es ser feliz.
#8:
#6 lo que dignifica creo que es algo que cada uno debe elegir libremente y no en base a opiniones ajenas, imposiciones sociales o sueldos.
Partamos de esa base esencial, por favor, es uno de los terrenos de libertad que nos ha quitado el sistema productivo.
Corto y pego este comentario de menéame:
El puto problema de España: el trabajo
Me considero un recién llegado al mundo laboral español. He pasado la mayor parte de mis diez años como trabajador asalariado en Francia y Alemania. Hace unos meses decidí volver, a Madrid nada menos, y el panorama que me encuentro, aunque esperado, me resulta comparativamente asqueroso.
Lo voy a decir todo lo claro que puedo: yo trabajo por dinero. No busco ningún tipo de realización personal. No tengo ningún interés en alargar mi jornada laboral; mucho menos si esas horas no son remuneradas. Si con mi trabajo no se llega a realizar todo el trabajo, no es mi culpa. Mi empleador debe pensar en contratar a más gente. Con esto solucionaría varios problemas: rescata a un desempleado de las listas del paro, me libra de las indeseadas horas extraordinarias y por último, se cumple con todas las tareas del trabajo. Si no le llega el dinero, su negocio no es viable. No es de recibo sacar una empresa adelante a base de robar tiempo a los empleados.
Es así de sencillo. Así funciona en los países de nuestro entorno y les va la mar de bien. Pero el padefo español siente los problemas de su jefe como propios y se echa a la espalda la carga adicional con decidida resolución.
-En hostelería se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.
Vaya, se nos cuela un atrevido padefo. ¿En qué se basa usted para afirmar eso?
-Pues hombre, no vas a echar a un cliente del bar.
Cientos de veces me han echado a mí en otros países. En quince minutos se cierra, id pensando en acabar. Y punto, nadie rechista. ¿Qué le voy a decir al camarero? "Pues no, ahora te quedas hasta que yo quiera, hijoputa".
Sentimos un claro desprecio por el tiempo propio. Llego a ver como muchos amigos presumen de lo mucho que trabajan. Del esfuerzo desmedido que hacen para llevar a los niños a la guardería, ir a trabajar, volver tardísimo y apenas tener tiempo de hacer la cena, atender al hijo y meterse reventado a la cama. Me descorazona ver la vida de mierda que llevan y lo poco conscientes que son.
-¡Con mucho tiempo libre, te acabas aburriendo!
¡Me ha asustado usted! ¿Qué decía? ¿Que se aburre...? Perdone, ¿pero es usted idiota? ¿No es usted capaz de disfrutar de la vida sin un patrón que le diga lo que hacer?
-Pues a mí me gusta mi trabajo.
Y me parece fenomenal, oiga. A mí me gustan muchas cosas, y a ninguna le dedico más de 8 horas. Esta corriente es la más peligrosa, pues sugiere que todos los trabajos son susceptibles de ser disfrutables y sólo es cuestión de dar con el tuyo. Por tanto, tiene que haber gente que disfrute doblando el lomo para vendimiar, para limpiar retretes o trabajando en una línea de producción. Si no les gusta, mala suerte, amigos, han elegido mal.
Las 8 horas al día se implantaron por ley en Espana en 1919 (aunque con 6 días laborales a la semana) y se defendieron con el planteamiento: 8 horas de trabajo, 8 de ocio y 8 de descanso. Suena bien y en realidad para la época fue un triunfo. Pero que levante la mano quien disfrute de 8 horas de tiempo de ocio. Yo me canso de ver a gente que acaba llegando a casa a las 8 de la tarde. Lo más parecido al ocio es la hora de Netflix después de cenar.
-Yo con eso soy feliz.
Voy a intentar no insultarle. Veamos..., yo no soy feliz así. No veo a mis amigos entre semana. No puedo dedicar tiempo a mis intereses personales. ¿Por qué iba a serlo?
¿No va siendo hora de disponer de nuestro tiempo?
¿De dejar de producir más para pasar a producir mejor?
¿De cubrir sólo aquéllas necesidades que no nos esclavicen?
¿De disfrutar de una vida que merezca tal nombre?
Hace tiempo hice un pequeño estudio en el que analicé muy someramente el número de empleados que España dedica a cada sector. Estimé los que harían falta en un escenario de vida más serena. Menos empleados en restaurantes, en industrias de procesados; nadie en casas de apuestas, ni en ETTs o cárnicas... cosas por el estilo. Repartiendo el trabajo sobrante entre toda la población activa, me salía unas 12 horas semanales por persona. Por supuesto que este escenario no es así de sencillo. No tenemos médicos suficientes para cubrir las necesidades, por poner un ejemplo. Pero me sirve como referencia para ver lo lejos que estamos de esa vida serena.
Un mundo en el que trabajemos 4 horas al día no sólo es posible, sino que es deseable y necesario. Lamentablemente la idiosincrasia laboral española está muy lejos de este planteamiento y parece que seguiremos décadas en este estilo de vida miserable que nos roba nuestro tiempo a cambio de muy poco.
Nadie envidia el trabajo de las cajeras. Lo que envidian son sus sueldos y su estabilidad laboral.
Dejad de retorcer los argumentos para convertir la mierda en tutti frutti. El trabajo, salvo evidentes excepciones, no dignifica, lo que dignifica es ser feliz.
#1 Ni una cosa ni la otra.
Su estabilidad se basa en soportar situaciones de esclavismo (nadie se pone de baja en esa empresa, siempre hay algo que hacer en el estado que estés).
Sueldo?....igual más o menos que en el resto de supers.
Lo que si es disfrutable es el marujeo que reina. Si te gusta claro.
#6 lo que dignifica creo que es algo que cada uno debe elegir libremente y no en base a opiniones ajenas, imposiciones sociales o sueldos.
Partamos de esa base esencial, por favor, es uno de los terrenos de libertad que nos ha quitado el sistema productivo.
Corto y pego este comentario de menéame:
El puto problema de España: el trabajo
Me considero un recién llegado al mundo laboral español. He pasado la mayor parte de mis diez años como trabajador asalariado en Francia y Alemania. Hace unos meses decidí volver, a Madrid nada menos, y el panorama que me encuentro, aunque esperado, me resulta comparativamente asqueroso.
Lo voy a decir todo lo claro que puedo: yo trabajo por dinero. No busco ningún tipo de realización personal. No tengo ningún interés en alargar mi jornada laboral; mucho menos si esas horas no son remuneradas. Si con mi trabajo no se llega a realizar todo el trabajo, no es mi culpa. Mi empleador debe pensar en contratar a más gente. Con esto solucionaría varios problemas: rescata a un desempleado de las listas del paro, me libra de las indeseadas horas extraordinarias y por último, se cumple con todas las tareas del trabajo. Si no le llega el dinero, su negocio no es viable. No es de recibo sacar una empresa adelante a base de robar tiempo a los empleados.
Es así de sencillo. Así funciona en los países de nuestro entorno y les va la mar de bien. Pero el padefo español siente los problemas de su jefe como propios y se echa a la espalda la carga adicional con decidida resolución.
-En hostelería se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.
Vaya, se nos cuela un atrevido padefo. ¿En qué se basa usted para afirmar eso?
-Pues hombre, no vas a echar a un cliente del bar.
Cientos de veces me han echado a mí en otros países. En quince minutos se cierra, id pensando en acabar. Y punto, nadie rechista. ¿Qué le voy a decir al camarero? "Pues no, ahora te quedas hasta que yo quiera, hijoputa".
Sentimos un claro desprecio por el tiempo propio. Llego a ver como muchos amigos presumen de lo mucho que trabajan. Del esfuerzo desmedido que hacen para llevar a los niños a la guardería, ir a trabajar, volver tardísimo y apenas tener tiempo de hacer la cena, atender al hijo y meterse reventado a la cama. Me descorazona ver la vida de mierda que llevan y lo poco conscientes que son.
-¡Con mucho tiempo libre, te acabas aburriendo!
¡Me ha asustado usted! ¿Qué decía? ¿Que se aburre...? Perdone, ¿pero es usted idiota? ¿No es usted capaz de disfrutar de la vida sin un patrón que le diga lo que hacer?
-Pues a mí me gusta mi trabajo.
Y me parece fenomenal, oiga. A mí me gustan muchas cosas, y a ninguna le dedico más de 8 horas. Esta corriente es la más peligrosa, pues sugiere que todos los trabajos son susceptibles de ser disfrutables y sólo es cuestión de dar con el tuyo. Por tanto, tiene que haber gente que disfrute doblando el lomo para vendimiar, para limpiar retretes o trabajando en una línea de producción. Si no les gusta, mala suerte, amigos, han elegido mal.
Las 8 horas al día se implantaron por ley en Espana en 1919 (aunque con 6 días laborales a la semana) y se defendieron con el planteamiento: 8 horas de trabajo, 8 de ocio y 8 de descanso. Suena bien y en realidad para la época fue un triunfo. Pero que levante la mano quien disfrute de 8 horas de tiempo de ocio. Yo me canso de ver a gente que acaba llegando a casa a las 8 de la tarde. Lo más parecido al ocio es la hora de Netflix después de cenar.
-Yo con eso soy feliz.
Voy a intentar no insultarle. Veamos..., yo no soy feliz así. No veo a mis amigos entre semana. No puedo dedicar tiempo a mis intereses personales. ¿Por qué iba a serlo?
¿No va siendo hora de disponer de nuestro tiempo?
¿De dejar de producir más para pasar a producir mejor?
¿De cubrir sólo aquéllas necesidades que no nos esclavicen?
¿De disfrutar de una vida que merezca tal nombre?
Hace tiempo hice un pequeño estudio en el que analicé muy someramente el número de empleados que España dedica a cada sector. Estimé los que harían falta en un escenario de vida más serena. Menos empleados en restaurantes, en industrias de procesados; nadie en casas de apuestas, ni en ETTs o cárnicas... cosas por el estilo. Repartiendo el trabajo sobrante entre toda la población activa, me salía unas 12 horas semanales por persona. Por supuesto que este escenario no es así de sencillo. No tenemos médicos suficientes para cubrir las necesidades, por poner un ejemplo. Pero me sirve como referencia para ver lo lejos que estamos de esa vida serena.
Un mundo en el que trabajemos 4 horas al día no sólo es posible, sino que es deseable y necesario. Lamentablemente la idiosincrasia laboral española está muy lejos de este planteamiento y parece que seguiremos décadas en este estilo de vida miserable que nos roba nuestro tiempo a cambio de muy poco.
#8 Es que el trabajo en España es lo que es y no va a ser de otro modo, es esclavitud mezclada con clasismo. Un empresario te puede decir que el está ahí para hacer dinero, tú no. (Yo lo he hecho muchas veces y no les gusta el comentario, pero nada del verbo "nada".) A veces te responden con un "pues monta tú tu empresa"... a lo que respondo... "sin trabajadores tú no tienes empresa". En España los empresarios en general se sienten marqués de, conde de, o rey del...
#1 No. Efectivamente envidian, o más bien, dicen envidiar el trabajo de las cajeras, porque no tienen responsabilidades, porque no te llevas el trabajo a casa etc... etc... Que a la vista están que no han trabajado de cajera en su puta vida y muy probablmente tampoco de atención al público.
Pero sí, ese deseo existe, otra cosa es que sea un deseo imbécil.
#10 mi ex cuñada trabajó (y trabaja) desde 2007 en Mercadona. ¿Qué no te llevas el trabajo a casa? No sabes la de putadas que ha tenido que tragar de superiores. Dos traslados le han salvado el culo. Aquí ya no se está bien ni en un hipermercado, John. Llevad mucho cuidado con lo que deseáis.
#11 Sí, sí. Si tienes toda la razón. Es un trabajo precario y duro, pero los inelectuales que mean pis lo ven como el colmo de la alienación comparado con sus supertrabajos intelectuales igualmente infrapagados, pero creen que de cajeras no tendrían marrones ni responsabilidad, y que se podrían pasar todo el día pasando artículos mecánicamente por el lector mientras su mente se puede elevar libre a elaborar complejísimas teorías sociales.
Como excajero en un hipermercado y ahora rata de oficina.
Se puede echar de menos el apagar el cerebro y pegarte 8 horas en "piloto automático" sin pensar.
El resto, todo el resto, es una puta mierda en llamas.
Aguantar gilipollas, lesiones, frío en invierno, calor en verano, material de mierda, sueldo bajo, discusiones mientras se espera de ti ser absurdamente servil.
Tengo un recuerdo dulce de la época, pero no volvería a aquello ni loco.
#14 Otro más aquí. Solamente por no revivir el desprecio diario por parte de la clientela, eres un mero aguantador de quejas, el que le haces perder el tiempo, al que en lugar de responderle a los buenos días te dicen "bolsas!".
Hace tiempo pasé a mejor vida y a pesar de tener bastante más estrés no volvería ni loco.
Es un trabajo tremendamente repetitivo y aburrido. A poco que tengas un mínimo de apetito intelectual, te drena y te destruye por dentro.
Otra cosa es que una entre de cajera con la intención de ascender y ocupar puestos de responsabilidad con el paso de los años. Pero estar 35-40 años escaneando códigos de barras y reponiendo estanterías lo veo como una tortura.
#16 Hay quien prefiere desconectar el cerebro y trabajar en modo automático a tener responsabilidades y morirte de un ataque al corazón por stress a los 50.
Realmente la mayoría de la gente se conforma con una vida tranquila, lo de querer ascender y tener puestos de responsabilidad es cosa de una minoría, incluso diría más suele a ser una minoría que tiende a la psicopatia (los que realmente desean mandar y controlar a los demás).
Comentarios
Nadie envidia el trabajo de las cajeras. Lo que envidian son sus sueldos y su estabilidad laboral.
Dejad de retorcer los argumentos para convertir la mierda en tutti frutti. El trabajo, salvo evidentes excepciones, no dignifica, lo que dignifica es ser feliz.
#1 Ni una cosa ni la otra.
Su estabilidad se basa en soportar situaciones de esclavismo (nadie se pone de baja en esa empresa, siempre hay algo que hacer en el estado que estés).
Sueldo?....igual más o menos que en el resto de supers.
Lo que si es disfrutable es el marujeo que reina. Si te gusta claro.
#3 no entiendo nada.
#3 Ya. Tu tranquilo.
#3 el Mercadona tiene los mismos sueldos que otros supers? Wadafack
#1 Creo que lo que más dignifica es construir... en el sentido más amplio de la palabra. Modestísima opinión.
#6 lo que dignifica creo que es algo que cada uno debe elegir libremente y no en base a opiniones ajenas, imposiciones sociales o sueldos.
Partamos de esa base esencial, por favor, es uno de los terrenos de libertad que nos ha quitado el sistema productivo.
Corto y pego este comentario de menéame:
El puto problema de España: el trabajo
Me considero un recién llegado al mundo laboral español. He pasado la mayor parte de mis diez años como trabajador asalariado en Francia y Alemania. Hace unos meses decidí volver, a Madrid nada menos, y el panorama que me encuentro, aunque esperado, me resulta comparativamente asqueroso.
Lo voy a decir todo lo claro que puedo: yo trabajo por dinero. No busco ningún tipo de realización personal. No tengo ningún interés en alargar mi jornada laboral; mucho menos si esas horas no son remuneradas. Si con mi trabajo no se llega a realizar todo el trabajo, no es mi culpa. Mi empleador debe pensar en contratar a más gente. Con esto solucionaría varios problemas: rescata a un desempleado de las listas del paro, me libra de las indeseadas horas extraordinarias y por último, se cumple con todas las tareas del trabajo. Si no le llega el dinero, su negocio no es viable. No es de recibo sacar una empresa adelante a base de robar tiempo a los empleados.
Es así de sencillo. Así funciona en los países de nuestro entorno y les va la mar de bien. Pero el padefo español siente los problemas de su jefe como propios y se echa a la espalda la carga adicional con decidida resolución.
-En hostelería se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.
Vaya, se nos cuela un atrevido padefo. ¿En qué se basa usted para afirmar eso?
-Pues hombre, no vas a echar a un cliente del bar.
Cientos de veces me han echado a mí en otros países. En quince minutos se cierra, id pensando en acabar. Y punto, nadie rechista. ¿Qué le voy a decir al camarero? "Pues no, ahora te quedas hasta que yo quiera, hijoputa".
Sentimos un claro desprecio por el tiempo propio. Llego a ver como muchos amigos presumen de lo mucho que trabajan. Del esfuerzo desmedido que hacen para llevar a los niños a la guardería, ir a trabajar, volver tardísimo y apenas tener tiempo de hacer la cena, atender al hijo y meterse reventado a la cama. Me descorazona ver la vida de mierda que llevan y lo poco conscientes que son.
-¡Con mucho tiempo libre, te acabas aburriendo!
¡Me ha asustado usted! ¿Qué decía? ¿Que se aburre...? Perdone, ¿pero es usted idiota? ¿No es usted capaz de disfrutar de la vida sin un patrón que le diga lo que hacer?
-Pues a mí me gusta mi trabajo.
Y me parece fenomenal, oiga. A mí me gustan muchas cosas, y a ninguna le dedico más de 8 horas. Esta corriente es la más peligrosa, pues sugiere que todos los trabajos son susceptibles de ser disfrutables y sólo es cuestión de dar con el tuyo. Por tanto, tiene que haber gente que disfrute doblando el lomo para vendimiar, para limpiar retretes o trabajando en una línea de producción. Si no les gusta, mala suerte, amigos, han elegido mal.
Las 8 horas al día se implantaron por ley en Espana en 1919 (aunque con 6 días laborales a la semana) y se defendieron con el planteamiento: 8 horas de trabajo, 8 de ocio y 8 de descanso. Suena bien y en realidad para la época fue un triunfo. Pero que levante la mano quien disfrute de 8 horas de tiempo de ocio. Yo me canso de ver a gente que acaba llegando a casa a las 8 de la tarde. Lo más parecido al ocio es la hora de Netflix después de cenar.
-Yo con eso soy feliz.
Voy a intentar no insultarle. Veamos..., yo no soy feliz así. No veo a mis amigos entre semana. No puedo dedicar tiempo a mis intereses personales. ¿Por qué iba a serlo?
¿No va siendo hora de disponer de nuestro tiempo?
¿De dejar de producir más para pasar a producir mejor?
¿De cubrir sólo aquéllas necesidades que no nos esclavicen?
¿De disfrutar de una vida que merezca tal nombre?
Hace tiempo hice un pequeño estudio en el que analicé muy someramente el número de empleados que España dedica a cada sector. Estimé los que harían falta en un escenario de vida más serena. Menos empleados en restaurantes, en industrias de procesados; nadie en casas de apuestas, ni en ETTs o cárnicas... cosas por el estilo. Repartiendo el trabajo sobrante entre toda la población activa, me salía unas 12 horas semanales por persona. Por supuesto que este escenario no es así de sencillo. No tenemos médicos suficientes para cubrir las necesidades, por poner un ejemplo. Pero me sirve como referencia para ver lo lejos que estamos de esa vida serena.
Un mundo en el que trabajemos 4 horas al día no sólo es posible, sino que es deseable y necesario. Lamentablemente la idiosincrasia laboral española está muy lejos de este planteamiento y parece que seguiremos décadas en este estilo de vida miserable que nos roba nuestro tiempo a cambio de muy poco.
#8 Es que el trabajo en España es lo que es y no va a ser de otro modo, es esclavitud mezclada con clasismo. Un empresario te puede decir que el está ahí para hacer dinero, tú no. (Yo lo he hecho muchas veces y no les gusta el comentario, pero nada del verbo "nada".) A veces te responden con un "pues monta tú tu empresa"... a lo que respondo... "sin trabajadores tú no tienes empresa". En España los empresarios en general se sienten marqués de, conde de, o rey del...
#1 No. Efectivamente envidian, o más bien, dicen envidiar el trabajo de las cajeras, porque no tienen responsabilidades, porque no te llevas el trabajo a casa etc... etc... Que a la vista están que no han trabajado de cajera en su puta vida y muy probablmente tampoco de atención al público.
Pero sí, ese deseo existe, otra cosa es que sea un deseo imbécil.
#10 mi ex cuñada trabajó (y trabaja) desde 2007 en Mercadona. ¿Qué no te llevas el trabajo a casa? No sabes la de putadas que ha tenido que tragar de superiores. Dos traslados le han salvado el culo. Aquí ya no se está bien ni en un hipermercado, John. Llevad mucho cuidado con lo que deseáis.
#11 Sí, sí. Si tienes toda la razón. Es un trabajo precario y duro, pero los inelectuales que mean pis lo ven como el colmo de la alienación comparado con sus supertrabajos intelectuales igualmente infrapagados, pero creen que de cajeras no tendrían marrones ni responsabilidad, y que se podrían pasar todo el día pasando artículos mecánicamente por el lector mientras su mente se puede elevar libre a elaborar complejísimas teorías sociales.
Es lo que dicen ellos.
Como excajero en un hipermercado y ahora rata de oficina.
Se puede echar de menos el apagar el cerebro y pegarte 8 horas en "piloto automático" sin pensar.
El resto, todo el resto, es una puta mierda en llamas.
Aguantar gilipollas, lesiones, frío en invierno, calor en verano, material de mierda, sueldo bajo, discusiones mientras se espera de ti ser absurdamente servil.
Tengo un recuerdo dulce de la época, pero no volvería a aquello ni loco.
#14 Otro más aquí. Solamente por no revivir el desprecio diario por parte de la clientela, eres un mero aguantador de quejas, el que le haces perder el tiempo, al que en lugar de responderle a los buenos días te dicen "bolsas!".
Hace tiempo pasé a mejor vida y a pesar de tener bastante más estrés no volvería ni loco.
Si el trabajo tuviera algo bueno, "cool" o gratificante. Lo harían los ricos y no lo tocariamos ni con un palo.
Intelectuales? Mis co...es...
#1la gente que disfruta con su trabajo son sin duda las personas más felices.
¿Y quién define quien es un "intelectual"? ¿Hay un colectivo de "intelectuales" que está representado por alguien y ha hecho esas declaraciones?
Yo es que no debo ser un "intelectual", porque no comprendo cómo han obtenido dicha información para hacer tales afirmaciones.
Es un trabajo tremendamente repetitivo y aburrido. A poco que tengas un mínimo de apetito intelectual, te drena y te destruye por dentro.
Otra cosa es que una entre de cajera con la intención de ascender y ocupar puestos de responsabilidad con el paso de los años. Pero estar 35-40 años escaneando códigos de barras y reponiendo estanterías lo veo como una tortura.
#16 Hay quien prefiere desconectar el cerebro y trabajar en modo automático a tener responsabilidades y morirte de un ataque al corazón por stress a los 50.
Realmente la mayoría de la gente se conforma con una vida tranquila, lo de querer ascender y tener puestos de responsabilidad es cosa de una minoría, incluso diría más suele a ser una minoría que tiende a la psicopatia (los que realmente desean mandar y controlar a los demás).
Normal ¡quién no querría vivir en un casoplón en Galapagar!
#2 El karma está para quemarlo