Hace 7 años | Por --524766-- a jotdown.es
Publicado hace 7 años por --524766-- a jotdown.es

Todo comenzó con un ruido seco y ahogado, reconocible a la primera para quien vive en una gran ciudad latinoamericana: un disparo. A ese le siguió otro, y otro, y después un crash de botellas rotas. Y entonces vimos entrar por un portalón a una marabunta al galope. —¡Corran, la concha de su madre! Pero nadie movió un pelo.