Hace 7 meses | Por B... a juliamartipsicologa.com
Publicado hace 7 meses por B... a juliamartipsicologa.com

Quise embarcarme en esta aventura después de enamorarme de la psicología clínica haciendo prácticas de máster en un hospital público. Decidí de un día al otro que quería hacer el PIR, así que me apunté al curso de Agosto de la Academia Persever. Ese verano trabajaba en El Corte Inglés y me era imposible llegar al temario programado de la semana y mucho menos resumirlo. Además, en Septiembre me iba de viaje a Costa Rica ya que lo tenía planeado desde hacia muchos meses. “Iré a probar”, pensé. Esa fue la convocatoria del 2014, y quedé la 1109.

Comentarios

Pacofrutos

La experiencia es un peine que te regalan cuando ya no tienes pelo.

pitercio

"... la diferencia entre la persona que está dentro y otra que ha quedado la 200 es NINGUNA, ..." Ya te digo yo que sí la hay, en ese momento y mucha más en adelante. No me extraña que se le atranque la estadística y el PIR.

vacuonauta

#2 te voto positivo porque me hace gracia lo de la estadística, pero creo que no has comprendido a qué se refiere.

Obviamente hay alguna diferencia a nivel conocimiento (o más bien capacidad de empolle, talento cognitivo y afrontamiento de exámenes), pero el PIR no mide soft skills muy importantes en psicoterapia: saber escuchar, mano izquierda, flexibilidad, empatía... Que son la mitad de la terapia.

pitercio

#4 sin embargo, lo que viene declarando durante todo el relato es que principalmente sus problemas para superar la prueba fueron de templanza pero que, aún así, si hubiera tenido más conocimiento enciclopédico accesorio, que tampoco fue el caso, habría pillado plaza

Sendas_de_Vida

Yo tardé cuatro convocatorias. La última ni me la preparé y... aprobé.
Eran los nervios de tanta preparación y la cuarta iba que no me importaba nada suspender pues apenas le hice caso.

Iwkuniao

Como en cualquier oposición o examen, los típicos que cuando no sacan plaza o suspenden dicen que es cuestión de suerte, nunca que ellos no estaban capacitados o suficientemente preparados, porque no puede haber nadie mejor.
Una tía que se ha sacado la carrera en la privada e ido a la mejor academia preparatoria hablando de lo valiente que es por abandonarlo, porque es cuestión de suerte aprobar, claro... Los que aprueban no tenían más conocimiento, ellos no tenían nervios ni otros problemas. En fin...