Hace 1 año | Por painful a nuevatribuna.es
Publicado hace 1 año por painful a nuevatribuna.es

Para hablar de las diferentes clases sociales en la Antigua Roma es importante que nos centremos en la época menos conocida de la historia romana, la de la monarquía. Es aquí donde encontramos el origen de lo que, más tarde, sería el poderoso imperio romano y, por lo tanto, siendo considerados los fundadores de la región.

Comentarios

PasaPollo

Me gustaría hacer una precisión sobre las clases sociales en la República y, sobre todo, en relación a los patricios y plebeyos.

Tendemos a ver esa división de forma medieval. Así, los patricios son los "nobles" y los plebeyos los comunes, literalmente la "plebe". Pero la realidad tiene un matiz más allá.

Dentro de los plebeyos había también lo que podríamos llamar "casas nobles". Familias plebeyas muy antiguas, con miembros que fueron cónsules y demás cargos del cursus honorum, con riqueza y poder. Lo que diferenciaba a los patricios era que su origen provenía de una divinidad, pero eso no siempre se traducía en riqueza o poder. Julio César era patricio porque descendía teóricamente de Venus, pero en su familia creo que sólo había habido con anterioridad un cónsul y su casa estaba en la Suburra, el definitivo "barrio chungo" de Roma.

En cambio, los Gracos eran plebeyos, pero una familia con mucha fama y muy antigua, que contaba con cónsules en su genealogía. Se casaban de forma política y cuidaban de su linaje. Así que en cierto sentido eran más "nobles", en sentido medieval, que patricios venidos a menos, como los Julios o los Pinario.

Y es que los plebeyos podían ser cónsules. Ser cónsul no era el mayor honor de un romano sino que engrandecía para siempre a tu familia y durante generaciones tus descendientes se beneficiarían de ello. Los plebeyos también tenían reservado el cargo de Tribuno de la Plebe. Un puesto tan poderoso que gente como Publio Claudio Pulcro (los Claudios fueron la más poderosa, patricia, pura y noble familia romana) se hizo adoptar por un plebeyo para poder ser Tribuno (y se cambió el nombre a "Clodio" para hacerlo más accesible).

Con esto no quiero decir que ser un plebeyo era la hostia, en absoluto. Sólo recordar que más que clases, son "castas", y tanto dentro de patricios como de plebeyos hay "casas nobles". Una antigua casa plebeya, rica y de renombre, podría rechazar fácilmente el matrimonio de uno de sus miembros con una casa patricia, por considerarla por debajo de su nivel o para no contaminar su sangre pura plebeya con sangre patricia, por raro que suene. Y es que a veces hay que pensar en las casas plebeyas famosas como... ¿sindicados bien asentados y poderosos, en la actualidad? Es decir: Teóricamente por debajo de los propietarios de las empresas (los patricios) pero orgullosos de sus orígenes más humildes, aunque tuviesen en ocasiones más poder que los patrones.

Como siempre, cito athemarquesitothemarquesito para que amplíe y/o me corrija.

themarquesito

#2 Como bien apuntas, en el caso del divino Julio, sólo un antepasado suyo había alcanzado la magistratura consular, Lucio Julio César. Aun así, estaría mal obviar que su querido tío político y mentor fue Cayo Mario, que no era exactamente un piernas.

Los patricios no eran exactamente aquellos que descendían de las divinidades, aunque algunos chafardeasen con cierta alegría sobre ello, sino los descendientes de los patres, o sea los padres fundadores de Roma y la República. El caso más evidente es el de los Junios, descendientes de Marco Junio Bruto, quien liberó a Roma de la monarquía etrusca. Se decía, creo que es Livio quien lo refiere, que el anillo de oro de Marco Junio Bruto (uno de los cesaricidas) era una posesión ancestral de esa familia, y que estaba hecho de un trozo de la corona del último rey de Roma. La carga simbólica difícilmente es igualable, y Marco Bruto no podía ignorar el peso de llevar siempre en la mano un recuerdo de cómo su familia puso fin a la tiranía.

PasaPollo

#3 Hasta donde recuerdo, no obstante, y si bien hay discusión (por la similitud con Juno y por ser parientes de Tarquinio), se suele aceptar que los Junios era más plebeya que patricia pese a ser fundador de la República. De todas formas esto hace ver que lo del patriciado era en ocasiones más complejo de lo que parece. Y efectivamente, César era sobrino político de Mario, pero él a su vez era un plebeyo (o miembro de aristocracia menor itálica, pero desde luego no un patricio romano) que logró dominar Roma (y establecer la base del ejército de cohortes). A su vez, también ahora recuerdo que los Claudio, la familia más patricia de la historia de Roma, descendían orgullosamente del sabino Atta Clauso.

Lo que quiero decir, en suma, es que no podemos caer en identificar "patricio" con "casta nobiliaria" necesariamente.

pd: En cuanto a lo de Bruto, creo que ese peso de la familia fue la perdición de los conspiradores. Bruto era un símbolo, pero darle a él el poder en vez de optar por generales muchísimo más competentes (Décimo o Casio) terminó siendo en mi opinión su perdición. Es una perfecta tragedia: el peso del antepasado obliga a actuar de forma A, y a la vez condena su éxito.

themarquesito

#4 Me alegra que te acuerdes de Décimo Junio Bruto, que siempre queda un poco relegado en favor de su pariente Marco, cuando históricamente Décimo ha cargado con la infamia mayor de estar entre los peores traidores.
Décimo Bruto era alguien muy querido por César, hasta el punto de figurar en su testamento como heredero de segunda clase, o al menos eso cuenta Suetonio.

El patriciado era una cosa extrañamente fluida en Roma, eso no te lo niego. Es bastante más complejo que la idea común que se tiene de un sistema de castas.

Otra familia que acabó teniendo importancia, pero que al igual que los Mario era de la aristocracia latina, fue la de los Octavio. Aparte del archifamoso Cayo Octavio, más conocido como Augusto, su padre Cayo Octavio Turino tuvo altas magistraturas, creo que incluso alcanzando el consulado.

PasaPollo

#5 Sí, me sorprende que se pase siempre por alto a Décimo. En la época fue considerado el architraidor. No sólo figuraba en su testamento, como dices, sino que César mismo le había nombrado para gobernar la Galia Cisalpina; sin duda la mejor provincia de la época por su proximidad con Roma y para dirigirla (lo cual revela lo profundamente que había confiado César en él, dejándolo de facto al cargo de todo mientras él iba a por Dacia y Partia). Quiero recordar incluso que había estado la noche anterior cenando con César. Una gran ignonimia.

Añado una pregunta a ti, como bibliófilo que eres: ¿La ausencia de Décimo en la cultura general actual puede ser debida a que en el noveno círculo del Infierno, como principales traidores de la historia, Dante ponga a Judas, Casio y Bruto pero se le olvide Décimo? La Divina Comedia es tan influyente que afectó incluso al dogma católico y a gran parte del imaginario asociado.

S

Es una pena, porque el contenido está bien, pero la redacción es malísima, muchos errores de continuidad, da la sensación de que es un pastiche de diferentes artículos pegados sin ton ni son.