Miguel Vallecillo Mata era un emigrante de Jaén en París durante el franquismo. Allí, logró ganarse la vida como fotógrafo y, tras pinchar rock español y portugués en la radio, acabó poniendo flamenco. El éxito fue importante, lo que le llevó a introducirse en la a menudo ingrata tarea de montar festivales. El público respondió, a los artistas les encantó, pero la Junta de Andalucía le dijo que, si quería subvenciones y ayuda, los políticos tendrían que elegir qué artistas podrían ir a tocar
Comentarios
"Su propósito entonces fue claro: llevar a todos los parisinos el flamenco real, el de las peñas. Nada que ver con el comercial que de alguna forma había apadrinado el franquismo."
Cuán cierto. Me recuerda una entrevista de Carmona (Ketama) en la CÑÑ donde explicaba las raíces madrileñas del flamenco... posiblemente no sepa qué significa "habichuela".
Judías pintas.