Lo de un planeta sin plásticos o, alternativamente, una vida sin plásticos, es una idea que reaparece cada cierto tiempo con fuerza renovada. La expresión suena poderosa y sugiere una especie de retorno a una vida más sencilla, más natural, menos contaminante. Es un eslogan quizás cargado de buenas intenciones, fácil de recordar y perfecto para un cartel. Sin embargo, precisamente por eso, es también engañoso.
|
etiquetas: plásticos , desechos , contaminación