Hace 10 días | Por Sciborg a yorokobu.es
Publicado hace 10 días por Sciborg a yorokobu.es

En el umbral de una decisión que marcaría el resto de su vida, Charles Darwin se encontraba inmerso en un mar de incertidumbre respecto a la posibilidad de contraer matrimonio con su prima, Emma Wedgwood. En un acto revelador de su naturaleza meticulosa y analítica, Darwin extrajo de su escritorio lápiz y papel, y se dispuso a evaluar las implicaciones de tal compromiso.

Comentarios

KevinCarter

Muy pocos habrán visto una absoluta joya biográfica llamada Creation (2009), que no se llegó a estrenar en la España católica, por alguna razón. Ahí se explica perfectamente el porqué este tipo de genios no pueden tener relaciones que el promedio considera "lo normal". Aunque el resumen podría ser este:

Por otro lado, sus reticencias se extendían hacia la «pérdida de tiempo abismal» que suponía aquella relación frente a su trabajo científico, la erosión de su libertad individual para explorar, la tediosa obligación de frecuentar a parientes, los elevados gastos y la angustia inherente a la paternidad, el temor a que su futura esposa despreciara la vida en Londres y, no menos importante, la reducción de su presupuesto para la adquisición de libros.

También se explica la contradicción que supuso el que Darwin estudiara la Evolución y su mujer fuera una persona de misa diaria. O el dolor que le supuso la pérdida de una de sus hijas.

Olepoint

Cuando la gente aprenda (y eso se debería aprender en los colegios) que la relaciones tienen fecha de caducidad (días, meses, años), lo mismo nos iba mejor.

¿ No sorprende que "encontramos la mejor persona del mundo" en nuestro entorno inmediato y cotidiano ?

Hay 8.000 millones de personas ahí fuera, millones iguales o mejor a esa "mejor persona del mundo" y millones iguales o mejor que tú, pero nada, 'lo nuestro es especial'.... venga, vale..... tira tu vida y la de esa persona por el retrete por empeñarte en pensar eso.. 'lo nuestro es especial, es distinto'....