Algunas supernovas tienen un tanque de reserva de combustible radiactivo que adelanta y da más poder y explosividad, del orden de tres veces más que los astrónomos habían pensado previamente. Un equipo de astrónomos dirigido conjuntamente por el Dr. Ivo Seitenzahl de la Escuela de Investigación ANU de Astronomía y Astrofísica detecta el débil resplandor de una supernova, y se encontró que era alimentado por cobalto-57 radiactivo.