Una alianza entre científicos de las Universidades de Stanford y Northwestern ha desarrollado un sistema biológico que permite capturar el CO₂ y transformarlo en otros productos químicos.
Un nuevo estudio revela cómo algunas hormigas, en lugar de esconder su enfermedad, la hacen pública para proteger a toda la colonia: un gesto de sacrificio extremo con raíces evolutivas profundas.