Publicado hace 2 años por --662085-- a investigacionyciencia.es

Durante el invierno en el Ártico, el sol desaparece varias semanas bajo el horizonte en la larga «noche polar». Pero ahora nuevas investigaciones revelan que los crustáceos diminutos de ese océano mantienen de algún modo el ritmo diario durante los largos períodos de oscuridad.
La mayoría de los procesos biológicos y los comportamientos de los seres vivos están pautados por la luz solar. Por eso la desaparición del orto y del ocaso supone un problema, más aún si uno habita bajo la superficie del mar, donde el agua atenúa la poca luz que incid