Hace 9 años | Por tnt80 a noticiasdelaciencia.com
Publicado hace 9 años por tnt80 a noticiasdelaciencia.com

Es bien conocido que la presencia o ausencia de un mueble en un cuarto cambia la conducta del sonido en su interior. Enseguida notamos que la acústica es distinta y que en el entorno algo físico ha cambiado. Si además nos valemos de sistemas sofisticados de análisis acústicos, o tuviéramos la impresionante capacidad de rastreo acústico de los murciélagos, las interacciones de las ondas sonoras con el entorno podrían revelarnos detalles tan nimios como por ejemplo la presencia o la ausencia de un lápiz.