Hace 6 años | Por Ripio a seas.harvard.edu
Publicado hace 6 años por Ripio a seas.harvard.edu

El estudio concluye que la complejidad inherente en el canto de los pájaros podría ser el resultado de una simple inestabilidad controlable en la estructura del órgano especializado utilizado para crear los cantos, conocida como siringe. La investigación sugiere que las aves pueden haber aprovechado las propiedades físicas de un material blando para producir y controlar sus cantos.