Hace 6 meses | Por KarMalone a eldiario.es
Publicado hace 6 meses por KarMalone a eldiario.es

El descubrimiento obliga a repensar la explicación biológica de la menopausia, que solo se había observado hasta ahora en humanos y en ballenas dentadas como las orcas, y cuestiona la conocida como “hipótesis de la abuela”

Comentarios

Disiento

Cómo si los chimpacés no necesitasen abuela con lo feos que son.

gustavocarra

La hipótesis post-roductiva o hipótesis de la abuela es una castaña. Sirve para vender libros, pero ningún científico medianamente serio la tiene en cuenta.

No sé cómo explicarlo sin poner una turra tremenda. Tiene mucho más que ver con lo que en la literatura científica se llama un trade-off: las capacidades de una célula son limitadas, en términos de Samuelson, o fusiles, o mantequilla. En este caso, el automantenimiento va en contra de la fertilidad.

Al final, para tener fertilidad tienes que bajar el automantenimiento y envejeces.

Y el envejecimiento es brutalmente gradual y sutil.

En los tíos, las células de los conductos la próstata no lo soportan más, porque son células planas y secretoras a la vez. Después de una vida devotas a conseguir descendencia, se jubilan, se ponen gordas y tienes hiperplasia prostática.

En el caso de los ovarios, es peor: disminuye lo que les hace ser mujer, la hormona antimulleriana.

n

#2 Eso no explica por qué no ocurre en otras especies

gustavocarra

#3 Lo explica en muy alto grado, aunque no en todo. Te lo voy a explicar:

La proteína actina es un bloque que forma las vigas de la célula. Determina su forma como las vigas lo hacen con un edificio. Centenares de miles de actinas se unen para edificar un puntal de una célula.

El problema es que todas y cada una de esas actinas no es un ladrillo, sino un sensor hipermúltiple que se comunica con centenares de otras proteínas y lo hace hidrolizado a una velocidad bajísima ATP.

E

#4 gracias por el esfuerzo y la explicación!
Da gusto MNM cuando aprendes cosas de gente que sabe!