Hace 8 meses | Por Javier_Lothbrok a eldiario.es
Publicado hace 8 meses por Javier_Lothbrok a eldiario.es

Una noche de marzo de 2021, Rocío Cruz comenzó a encontrarse mal. Pidió ayuda y una ambulancia la llevó al hospital de Talavera, donde vive. A la mañana siguiente, un médico le explicó que tenía un linfoma no hodking, un tipo de tumor de la sangre que afecta cada año en España a unas 10.000 personas. Este tiene una tasa de supervivencia a cinco años del 68%, pero el suyo en concreto, de tipo B de célula grande, es especialmente agresivo. “No sabes ni de lo que te están hablando, pero te dicen que es grave y que hay que lucharlo”, explica.

Comentarios

Gilbebo

El otro día hablaba por la radio un fisioterapeuta del equipo español de atletismo. Venía a decir que ellos no curan nada, que dosifican y gradúan los esfuerzos y, especialmente, reposos para que sea el propio cuerpo el que sane las lesiones. Parecería que en el cáncer dependemos en primer y último término de que nuestro sistema inmune reconozca y destruya cualquier célula maligna. Ahora las quemamos o extirpamos al por mayor cuando nuestro sistema ha sido desbordado pero sigue siendo la mejor herramienta para asegurar la supervivencia en el largo plazo con la ayuda que pueda necesitar.