Hace 8 meses | Por Sciborg a ivoox.com
Publicado hace 8 meses por Sciborg a ivoox.com

Por fin había parado de llover. La señora Harris salió a su jardín. Aunque fuera noche casi cerrada, quería estar con sus plantas. ¡No las veía desde hacía días! ¡Sus plantas! ¡Cómo las había echado de menos! Se paseó entre ellas saludándolas, acariciándolas con las puntas de los dedos. Marie Harris siguió caminando entre sus plantas sin rumbo definido. Aspiró profundamente y, cuando tuvo los pulmones llenos, sus ojos se abrieron como por resorte. Algo no estaba bien en aquel olor. De pronto, estuvo segura: algo terrible iba a ocurrir...