Hay ahora mismo cuatro factores (de momento desconocidos) que van a determinar literalmente el futuro "sano" de nuestra civilización tal y como la conocemos:
1) Conocer cuánto dura la inmunidad (memoria) hacia el SARS-CoV-2 y cuánta seroprevalencia existe actualmente (lo que determinará la relación infectados/muertos: letalidad, y lo lejos o cerca que estamos de la inmunidad de grupo). También conocer si esta inmunidad adquirida es eficiente y suficiente para no volver a infectarse del virus aunque sea de manera más leve.
2) Cómo afecta los cambios de temperatura y humedad al virus.
3) Conocer si es posible realizar una vacuna eficiente, barata y fácil de producir en masa; y de ser posible, para cuándo estaría al alcance de 7.000 millones de personas.
4) Determinar si la tasa de mutación de este virus de ARN monocatenario positivo, una vez se vea bajo presión evolutiva (ya sea debido a que se logre vacuna o inmunidad de grupo "natural"), le permitirá safarse con facilidad o no de esta barrera inmune creando nuevas cepas o cambios significativos (como es capaz de hacer la gripe, por ejemplo, o incluso otros coronavirus hermanos, de cuyos resfriados no se libra casi nadie año tras año por mucho que se inmunice la gente de ellos).
Comentarios
He leído mucho sobre el coronavirus, y no conozco nada que lo haya sintetizado en pocas palabras mejor que usted. Con su permiso lo guardo. A la vista de lo expuesto por Vd. parece que va para largo el obtener la vacuna buena, pues de los cerca de 90 proyectos de investigación en marcha, no todas están enfocadas hacia la eficiencia y si mas hacia la obtención rápida, aunque solo actúe en un punto del ARNm y proporcione una inmunidad limitada. La Dra. Sola que está investigando en vacunas que actúen sobre el ADN, dice que si no hay aún hoy no hay vacunas frente al HIV es porque aún no se ha conseguido penetrar en su ADN para lograr modificarlo con el fin de acabar con la pandemia. Con el SARS COV-2 puede pasar algo parecido.