Hace 3 años | Por Ripio a theconversation.com
Publicado hace 3 años por Ripio a theconversation.com

En los años 30 se describió por primera vez, en Cantón, un gusano que parasitaba el pulmón de las ratas. Durante años, este tímido descubrimiento pasó inadvertido, hasta que la misma especie fue sorprendentemente detectada en el líquido cefaloraquídeo de un paciente con meningitis en Taiwán y más tarde en Hawái en personas que habían ingerido babosas crudas.
Este fue el inicio de la fascinante y aterradora historia del gusano pulmonar de la rata, el principal agente causal de la meningitis eosinofílica en humanos.