Hermeus trabaja contra el reloj. En solo doce meses transformó diseños en papel en el Quarterhorse Mk1, un prototipo no tripulado que despegó el 27 de mayo desde la Base Edwards en California. No batió récords —ni siquiera alcanzó la velocidad del sonido— pero cumplió su objetivo: demostrar que una aeronave concebida para volar a Mach 5 puede despegar y aterrizar intacta. El vídeo de la prueba muestra una secuencia sencilla: ascenso convencional, breve vuelo controlado y aterrizaje suave sobre el lecho seco del lago Rogers.