A veces, para demostrar ciertas cosas, hay que acordarse de las buenas ideas de los malos. Porque los malos tienen buenas ideas, aunque algunos no lo crean en este mundo infantilizado, híbrido entre la sacristía, la piruleta y la vieja del visillo. Hasta la fecha, y mientras no se demuestre lo contrario, la mayor operación de falsificación de moneda de todos los tiempos fue la operación Bernhard, promovida inicialmente por el jefe de Seguridad del III Reich, Reinhard Heydrich, y ejecutada posteriormente por un oficial de las SS, Bernhard …