Casi 30 cargos (en la Comunidad Valenciana) -la mayoría de ellos concejales- han salido del partido que lidera Albert Rivera desde las elecciones autonómicas y locales por distintos motivos. Algunos por razones personales y laborales, otros por desavenencias con la dirección o el cambio de rumbo ideológico u organizativo y, varios de ellos, por expulsión también por diferentes causas.

El Leicester está en cuartos y es un equipo de Champions, pero su afición está demostrando ser de regional. Los ultras del equipo inglés, desde que llegaran a Madrid, no han parado de causar destrozos. En la Plaza Mayor madrileña, se han enfrentado a la policía borrachos y han arrasado con todo lo que han visto a su paso.

Levantada la alfombra-trama, ha quedado en evidencia la hedionda calaña moral de tantos defensores del modelo de gestión privado y de los recortes de derechos sociales. Una trama de complicidades delictivas, que ha dado soporte a una trama de corrupción entre cuyos intersticios, una casta de personajes elitistas de ámbitos nacionales variopintos se desenvolvían con procaz seguridad e insolente patriotismo, lo más insultante, creyéndose impunes.

La protectora en cuestión estaba trabajando en el rescate de un perro que llevaba varios años en la calle cuando apareció repentinamente Cuatro interesada en el caso. Después de llegar a un acuerdo, A cara de perro grabó el capítulo dedicado al rescate de este animal con la ayuda de Amigos Peludos y la Asociación Aria.

12 de las 16 comisiones de Garantías Democráticas territoriales aprobaron hoy una declaración por la que estiman "nulos de pleno derecho los nuevos estatutos del partido" al "haberse invadido por el Consejo de Coordinación Estatal las competencias y funciones de la Asamblea Ciudadana Estatal".La declaración insta al Consejo, que preside Pablo Iglesias, a retirar los estatutos del registro del Ministerio del Interior y a revocar la apertura de expediente disciplinario a la presidenta de la Comisión de Garantías Democráticas estatal,Olga Jiménez

Hay comparaciones que no encajan ni con vaselina, por mucho que algunos se empeñen en repetirlas como loros. De tanto llamar nazi o terrorista a cualquiera y tanto hablar de golpes de estado, dictaduras, sedición, rebelión y cataclismos varios, algunos han terminado perdiendo los guarros. El resultado de ese azuzar permanente, en el que los medios están jugando un papel bastante bajuno, son viñetas como la publicada el 30 de septiembre en La Gaceta de Salamanca.