Cuando uno creía que la desfachatez y la sinvergonzonería del rey emérito ya había llegado a la cima; cuando uno creía que un personaje como él, que toda su vida ha estado, y todavía sigue y seguirá hasta el último día de su vida, viviendo por encima de la ley; un ser sin escrúpulo, decencia ni vergüenza alguna, que ha gozado de la más total y absoluta, y también increíble, libertad para hacer en todo momento lo que ha querido, cualquier cosa, cualquier delito, arbitrariedad, quebrantamiento, abuso o fechoría que se le ha pasado por la cabeza
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Estooooo.... acordaros de que le dimos permiso para robar, delinquir y hacer lo que le diera la gana, en forma de monarquía, con su inviolabilidad. ¿Qué hay entonces de nuestra decencia, o nivel intelectual?
Recordad que no se puede esperar mucha racionalidad económico-política en un país donde se defiende como un derecho el poder hacer nacer a los hijos en la pobreza, en la precariedad, y en la fraudulenta y antieconómica explotación capitalista y monárquica que las causan.
Cogéis a un grupo de chimpancés, y ya os digo yo que no son capaces de montar una civilización.