El mercado inmobiliario español vive una nueva burbuja, pero sin euforia ni grúas. Es una burbuja de expectativas, sostenida por el dinero especulativo extranjero y por un modelo económico que depende de la vivienda y el turismo como pilares de crecimiento. Sin embargo, hay señales de advertencia. El turismo, principal motor de la demanda en muchas zonas, empieza a mostrar síntomas de agotamiento.
|
etiquetas: vivienda , españa , burbuja , turismo