Compañías comercializadoras de electricidad cargan a familias y empresas los consumos de otras, cambian de suministradora a hogares y negocios sin su permiso y usurpan la titularidad para revenderles la energía más cara. Un tipo de fraude que se basa en el cambio o cruce de las CUPS (Código Único de Punto de Suministro) sin el consentimiento de sus titulares, que afecta a dos usuarios por episodio y por el que la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) ya ha recibido 1.225 denuncias y consultas en año y medio.
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Cada vez que se descuelga el teléfono y al otro lado alguien dice "Le llamamos de su compañía eléctrica para hacerle una oferta", y es un comercial de otra compañía mintiendo, se debería poder denunciar a esa empresa por estafa, directamente.
¿Y qué hará competencia?
¿Nada?
¿Multa irrisoria que luego será cancelada por que ha pasado el tiempo de validez o directamente anulada por algún resquicio legal dejado ahí a propósito?
La fiscalía de la Audiencia Nacional ya estará preparado una querella por fraude y usurpación de identidad, seguro seguro