Algunas personas usan chatbots como ChatGPT para afrontar sus problemas emocionales. La aplicación parece más racional y objetiva, analiza el problema con distancia, saca buenas conclusiones, transmite tranquilidad y ofrece compañía. Quienes la usan valoran que les entiende, no les interrumpe ni les juzga. En momentos de necesidad, les resulta útil. Pero ¿es saludable?