CSIF señala el agravio en cuanto a bajadas salariales, precariedad laboral, merma de permisos y licencias y preceptos básicos del Estatuto de los Trabajadores. Con estas decisiones, las gerencias de las empresas públicas sanitarias solo crean malestar y agravios comparativos entre trabajadores, haciendo sentir a los profesionales como de segunda categoría respecto a sus compañeros dependientes del Servicio Andaluz de Salud.