“No sólo las élites no comparten las mismas experiencias que las categorías populares, sino que contemplan con desprecio sus reivindicaciones, las juzgan ilegítimas y… en definitiva, tienen el estado de espíritu de que… el pueblo nos jode . Cuesta caro, nos hace ralentizar, nos fastidia nuestros placeres...La revuelta de las élites es una forma de secesión. El pueblo debe estar al servicio de las élites; pero como protesta (las élites) se buscan un pueblo sustituto, más dócil, por el lado de los inmigrantes”
Laurent Bouvet