También combatimos por la felicidad que no conocemos pero sabemos que llegará. Por las chicas que no conocemos, por las viñas que aún no hemos plantado y el vino que nos darán. Porque sea nuestro ese vino. Por los amigos con los que lo beberemos. Por las tumbas de nuestros padres. Por los dientes de nuestros hijos. Por las tierras que no hemos visto pero que saben que serán nuestras... Por mandar en vez de ser mandados. Por eso combatimos.
El regreso. Bernhard Schlink.
Comentarios
Por poder.
#1 con J. Se escribe con J.
#2 ¿Es que acaso la letra P no se usa para que la letra J tenga sentido? Si es que...
#3 Vale, lo consideramos complemento circunstancial de modo.
#4 Jajajaja... Ya te vale, jajajaja.
Creo que combatimos porque queremos tener razón, la única razón, la de la fuerza. Esa razón irracional, claro. Suena terrible, lo sé. Pero las palabras, muchas veces son truculentas. Y si quiero el campo de trigo que tienes tú, que el mío no da ni para alimento de mulas... pues... ¿qué hacemos, lo hablamos? Pues no, a azada limpia o a escopetazos.
Una adaptación de esto sería perfecta para el último discurso de un político, como cierre de campaña electoral.