El 1 de abril de 1939, desde Burgos, Francisco Franco emitió el parte radiofónico que daba por finalizada la guerra civil española: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Los vencedores habían ganado en todo el territorio. Sin embargo, para ellos, las ciudades eran todavía un territorio cuanto menos hostil. No por casualidad, la mayoría de las grandes urbes españolas se habían mantenido fieles a la República.