Hace 6 años | Por Ripio a noticiasdelaciencia.com
Publicado hace 6 años por Ripio a noticiasdelaciencia.com

Recientemente, la comunidad científica ha empezado a explorar el uso de polvos de materiales sólidos muy porosos (parecidos a esponjas) conocidos como armazones organometálicos, o MOFs, por sus siglas en inglés, para degradar y destruir estos compuestos dañinos. La gama más prometedora se basa en el circonio. Gracias a su estructura minúscula y porosa, que posee una enorme área de superficie, los MOFs pueden absorber enormes cantidades de gases y otras sustancias. El circonio dentro de ellos les ayuda a neutralizar los materiales tóxicos.