Me sorprende sobremanera la conclusión a la que llegan estos investigadores (observar miles de mutaciones en los ratones editados con CRISPR en múltiples genes que parecían tener su origen en las propias herramientas CRISPR). No es nuestra experiencia. Nosotros no hemos visto estas mutaciones en nuestros ratones editados con CRISPR. Además un experimento similar concluyó que las mutaciones no esperadas asociadas al uso de herramientas CRISPR son raras, y no aparecen, de forma significativa. Usan para la obtención de sus ratones editados, unos reactivos CRISPR poco comunes. En lugar de usar reactivos CRISPR basados en RNA o proteína (como usamos nosotros y como usó Bill Skarnes para su estudio de 2015) también incluyen en la mezcla microinyectada plásmidos, moléculas de DNA productoras de las guías necesarias que también contienen el gen de una variante de la nucleasa Cas9. La presencia de moléculas de ADN, cuya capacidad de integrarse al azar, de generar mutaciones por inserción y efectos de posición, es conocida desde hace muchos años, y un exceso de producción de la nucleasa Cas9 bien podrían haber contribuido a la aparición de mutaciones inesperadas.