La luz al final del túnel oscuro, una imagen cliché asociada siempre con la muerte, con los momentos finales. Los partidarios de mantener el mito de esa imagen premonitoria dicen que, si la vez, lo mejor es no acercarse a ella, huirle a luz porque no se sabe que hay después. Pero para los marinos peruanos atrapados en el submarino Pacocha, esa luz en medio de su oscuro encierro fue el impulso para aventurarse a una épica por su supervivencia.
Comentarios
Muy buena historia que desconocía
A mi lo que me parece increible es que un clase balao (vale, actualizado a guppy) estuviera aun en servicio activo por aquella época...
Leí panocha.