Por diversos problemas de salud, en los últimos años el engolamiento marca de la casa se ha extendido de los escenarios a las entrevistas y ahora ya no hay manera de saber si Bosé está hablando, bostezando, cantando uno de sus bodrios o simplemente pensando en voz alta. “Al mundo vendrán, dentro de poco, trece millones de naves de alguna confederación intergaláctica, de Ganímedes, de Orión, de Raticulín, de Alfa, de Beta…”. A esta parida demencial le pones un par de rimas y una música de mierda y te sale una canción de Miguel Bosé pero clavada.