Donald Trump ha sacudido las relaciones con Europa establecidas después de la Segunda Guerra Mundial y ha recurrido a la energía como moneda de cambio en las negociaciones comerciales, las empresas desconfían de depender de Estados Unidos se ha convertido en otra vulnerabilidad. En este contexto, los ejecutivos de las principales empresas de la UE han comenzado a decir lo que habría sido impensable hace un año: importar gas ruso, incluso del gigante estatal ruso Gazprom (GAZP.MM), abre una nueva pestaña, podría ser una buena idea...
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