Donald Trump la ha enterrado en su campo de golf en Bedminster, cerca de Nueva York, concretamente junto al hoyo número uno. Así, según la legislación del estado de New Jersey, en el que está el campo, éste pasa a ser considerado cementerio. Y un cementerio está exento de los impuestos.Ahora, el expresidente parece decidido a recuperar, vía beneficios fiscales, la inversión que hizo en su esposa. Entre 1995 y 2015 no pagó impuestos, y en 2016 y 2017, 740 euros cada año, pese a tener un patrimonio estimado en 3.000 millones de euros..