En octubre del año 2000, el entonces presidente de la República Francesa, Jacques Chirac, dijo a una delegación de Israel encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores y antes embajador en España, Shlomo Ben Ami, que estaba en París para intentar llegar a un alto el fuego durante la segunda intifada —que había comenzado en el mes de septiembre—, que "la desproporción entre las víctimas palestinas y las israelíes significaba que Israel nunca conseguiría que nadie se creyera que los agresores eran los palestinos".