

No es exagerar decir que Expansión publica los peores gráficos de la prensa española con diferencia. No sólo es su tendencia al truncado excesivo del eje vertical, es el publicar gráficos en que la altura de los valores no guarda proporcionalidad, de forma que valores más altos quedan en el gráfico por debajo de otros inferiores.
En los últimos 5 años, redes sociales como Facebook, Instagram o Youtube han conseguido mejorar su capacidad de segmentación exponencialmente.
Este hecho, que al principio solo tenía un objetivo comercial, lleva ya un lustro provocando consecuencias mucho más graves. El pensamiento, la ideología, las creencias, se están desatomizando, homogenizando. Nuestra vida, la de las redes, en las que pasamos casi seis horas de nuestro tiempo libre (y subiendo) se convierte así en un microcosmos de personas con ideas afines a las nuestras. Incluso si estas son mentira. Las redes sociales crean así un círculo vicioso que retroalimenta tus opiniones, ya creas que el hombre nunca llegó a la luna o que el Holocausto es una patraña.
Esto no solo afecta a aquellos que no tienen la suficiente capacidad crítica como para poner en duda la información y acaban cayendo en dogmas extremistas. Nos afecta a todos, que acabamos convirtiéndonos en criaturas egocéntricas que chapoteamos en una charca social donde todo el mundo opina como nosotros y pervierte nuestra realidad de forma inevitable, clasificando a todos los que nos rodean en aquellos que están conmigo o que están contra mí. Las redes sociales están haciendo desaparecer los grises. Dentro de poco solo habrá blanco y negro, porque es más divertido, es más excitante, es menos trabajoso, es más instantáneo. Y es, también, mucho más peligroso.
Pero ese microcosmos también afecta a aquellos que no viven en él, en aquellos que no tienen redes, porque viven rodeados de personas intoxicadas por esa charca social, que influyen sobres sus vidas, de una forma u otra.
Me resultó inexplicable ver a la gente alucinar con “El dilema de las redes sociales” de Netflix, un documental que denuncia prácticas que, precisamente lleva a cabo la propia plataforma audiovisual de forma extrema . Hasta ese punto hemos llegado.
Orwell y Huxley plantearon un futuro en el que el Estado dirigiría la vida de los individuos a través de poderosos medios de control. Lo que ninguno de los dos autores adivinaron es que serían los medios de control los que, precisamente, tomarían el mando de los Estados. Facebook, Instagram, Tinder, Youtube…dirigen, de una forma u otra, más directa o indirecta, los designios de millones de individuos, creando una cultura completamente focalizada a la banalización de las luchas sociales, la homogenización de la idea del éxito y la felicidad o el culto a la apariencia. Hasta el amor está cambiando y los estudios de mercado de la propia plataforma demuestran que, desde el boom de las aplicaciones para encontrar pareja, los hábitos sentimentales están cambiando, produciéndose un alteración en la duración de las relaciones amorosas de los estadounidenses que, entre los menores de 40 años, se ha reducido hasta un 40% en los últimos 5 años. Es demencial.
La universidad de Berkeley hizo un estudio sobre las tendencias musicales en base a las letras y los acordes de las canciones. Las conclusiones eran claras: desde que surge internet, la música sufre la época dorada de la banalización. (“La cultura se ha convertido en un eterno revival”, Byung-Chul Han). Las canciones son cada vez más iguales, más parecidas. Por otro lado el cine vive en un eterno ciclo tóxico de melancolía. Los arquitectos hablan de una homogenización en el interiorismo de la mano de AirbNb, una plataforma que ha tenido consecuencias desastrosas en la homogenización de los barrios (qué maravillosa era la economía compartida) y para qué hablar de Amazon y el pequeño negocio. Poderosas multinacionales que provocan un efecto embudo a nivel cultural, logrando, en unos pocos años, lo que no logró la tan cacareada globalización, pero trascendiendo ampliamente a lo económico.

Internet ha traído avances indiscutibles y extraordinarios, también para la libertad, eso es indudable, pero también la ha restado a pasos agigantados desde una perspectiva económica y cultural. Antes se acometían conflictos bélicos en defensa de multinacionales o de un modelo de consumo, pero hoy, ¿quién quiere guerras teniendo un buscador o una red social?
Y lo peor de todo esto no es lo que aquí describo. Hay algo muchísimo más peligroso y más tóxico. La gran tragedia es que lo hemos aceptado sin rechistar, con una facilidad pasmosa. Caminamos hacia el más absoluto de los limbos vitales, quemando libertades e identidades en una gran pira de consumismo. Y no solo no hacemos nada, sino que colgamos esto en una red social, buscando no sabemos muy bien el qué.
Mientras los niveles de bienestar, calidad sanitaria y esperanza de vida siguen subiendo hasta niveles que hace 10 años creíamos imposibles, el consumo de antidepresivos y ansiolíticos (incremento en España del 200% en los últimos 20 años) es ya el gran negocio de la industria farmacéutica.
¿Hacia dónde estamos yendo? ¿Qué coño nos ha pasado?
Jean Giraud (1938-2012), comúnmente conocido como Moebius, fue un historietista e ilustrador francés, uno de los más influyentes de la historia del género. Sus obras más reconocidas son "El Incal" y "Blueberry".
Una de sus historias cortas, titulada "Barbaroja y el cerebro pirata" cuenta como una IA enloquecida, al mando de un carguero espacial, piensa estar a bordo de un barco pirata del siglo XVI. Cuando enfrentan al programador y le preguntan sobre si su IA puede fallar, este, rodeado de maquetas de barcos y cachivaches con motivos náuticos, responde airado: "¡No, es imposible!, si lo programé yo mismo"

Sin saberlo, Moebius estaba siendo un visionario, cualquier inteligencia artificial de las que se usan a diario tienen más de sus creadores de lo que la gente cree.
Los LLM (modelo extenso de lenguaje) se nos presentan como seres pensantes; "Pienso, luego existo" decía Descartes. Pero esto no es más que una ilusión, el fantasma de la máquina. Aunque los LLM simulan pensamiento, repitiendo frases con apariencia de reflexión, no hay conciencia detrás: solo estadística y predicción de texto. Detrás de este trampantojo se oculta un sesgo, que es inherente al diseño de estas IA. Lo conforman:
Algunos ejemplos muy sonados de este sesgo:
Este sesgo solo puede verse exacerbado cuando la IA combine su conocimiento general con datos personales en tiempo real para producir información dirigida, creando, por tanto, una manipulación cognitiva a escala.
El modelo clásico de negocio de la web se basaba en la publicidad. Cuando un usuario hacía click en un enlace proporcionado por el buscador, ese sitio web era recompensado económicamente. Durante un tiempo funcionó, hasta que Google decidió volverse codicioso. Las malas prácticas del buscador han llevado a que solamente un puñado de empresas controlen la mayoría de resultados de búsqueda. A consecuencia de esto los beneficios de la publicidad de sitios más pequeños se han visto reducidos como bien explicaban en Jot Down.
Con la irrupción de los LLM en un momento donde la "enshittification" de Google está en su cúspide aparece ul nuevo paradigma, el zero-click. El usuario ya no tiene que hacer click en una lista de enlaces para encontrar el contenido que quiere, la IA selecciona las fuentes que considera más relevantes y nos presenta un resumen. Como se puede ver en el estudio presentado por OpenAI, es uno de los casos de uso más populares de ChatGPT.

Esta tendencia se puede ver claramente en la aparición de buscadores como Perplexity, los nuevos resúmenes que el propio Google o Brave incluyen, o la inclusión de Gemini en su propio navegador Chrome, expandiendo aún más su monopolio.
Las consecuencias de este cambio de paradigma son obvias: El poco dinero que le llegaba de publicidad a los sitios se va a ver aún más reducido, las sutilezas y los diferentes puntos de vista son eliminados. Ahora vas a recibir una opinión única y resumida, lo cual va a convertir la web en un sitio homogéneo. Y esa respuesta no es neutra: está moldeada por algoritmos opacos, entrenados con datos de terceros, sin atribución justa.
No queda mucho para que este cerebro pirata participe del negocio de la publicidad. Los usuarios deben ser conscientes que un LLM no ofrece "la verdad", sino una versión probable, moldeada por intereses visibles e invisibles, al servicio del mercado.
La pregunta no es si estas máquinas están sesgadas, sino quién define ese sesgo —y quién paga por ello. ¿Estamos preparados para vivir en una web donde la verdad no se debate, sino que se resume?
Creo que en pocas ocasiones donde ha habido algún tipo de evento con tintes catastróficos en nuestra historia reciente ha quedado tan manifiestamente claro que la gestión de los que gobiernan ha sido nefasta. Pero no de "los políticos" en general, si no el de un gobierno, el de LA GENERALITAT, presidido por Carlos Mazón. Y no hay que olvidarlo, ni caer en el fango, y para eso, lo mejor es grabarse a fuego una cronología que lo deja meridianamente claro.
La creación de la UVE es una oportunidad para, aprovechando estructuras existentes, mejorar el apoyo a la ciudadanía en situación de catástrofes. El cambio climático, entre otros factores, conduce hacia un futuro en que cada vez serán más frecuentes los fenómenos meteorológicos extremos, las emergencias sanitarias y será más necesario dar una respuesta ante una variedad mayor de situaciones críticas.
4. No la cierran porque realmente sea necesario, la cierran como parte de un programa ideológico del cual además presumen, y dentro del contexto donde cuando llegó el gobierno de Mazón, se cerraron o dejaron inutilizados varios organismos creados por el gobierno anterior sin tiempo al análisis sobre si había que cerrarlos, mejorarlos, o dejarlos como estaban, de hecho, en algunos casos, tuvieron que dar marcha atrás.
5. El día de los hechos, AEMET declaró la alerta roja a primera hora de la mañana para varias zonas de Valencia.
6. Mazón siguió con su agenda hasta las 13.00, cuando salió a decir que las lluvias se iban a Cuenca y que no había que lamentar daños.
7. Entre las 13.00 y las 20, cuando se da la alarma, cae la mundial en la parte interior de Valencia, los barrancos y ramblas bajan con cantidades brutales de agua, anegando y llevándose a su paso todo lo que encuentran, y no es hasta las 20.20 cuando la Generalitat utiliza la herramienta más útil ahora mismo, creada recientemente, para avisar a todos los teléfonos móviles de lo que estaba pasando.
8. Del secretario autonómico de emergencias, según la prensa, no se sabe nada hasta el día siguiente a las 11 de la mañana.
Lo que viene después es una catástrofe de magnitudes pocas veces vista en España y que entiendo que pudiendo desbordar hasta el mejor gobierno, imaginad que puede hacer con un gobierno tan mediocre.
La cronología hasta la catástrofe deja muy claro quienes son los responsables de que esta desgracia haya alcanzado la magnitud que ha alcanzado.
A partir de aquí, todos sabemos que muy probablemente el primero que tenga que ir a declarar a un juzgado por algo relacionado con la DANA se llama Pedro y se apellida Sánchez.
Nunca dejemos que la verdad de los hechos se olvide.
Comentar cualquier noticia sobre gitanos se ha convertido en un momento de redoble de tambores. Y es curioso y a la vez interesante, porque se trata de un pulso de sensibilidades, un debate entre ofendidos y un choque de trenes vacíos que no van a ningún sitio.
La única solución, me parece a mí, es afrontar las cosas con la mínima seriedad. Esa cosa que siempre falta, poorque hasta el más tonto hace relojes y el más nabo sabe que las emociones van por delante de las ideas.
¿Hay racismo contra los gitanos? Sí, una parte del rechazo a los gitanos es racista. Un parte importante, creo yo.
¿Hay motivos socioculturales para ese rechazo, aparte del racismo? Sí. Los hay. Y motivos estadísticos de sobra.
¿Vamos a mejorar la situación evitando el debate? Para nada. Lo vamos a convertir en un criptodebate que no va a mejorar la situación y va a perpetuar el rechazo, mezclando el motivo primero con el motivo segundo hasta que sean indescernibles.
¿Se ayuda a la normalización e integración de esta cultura reduciendo el problema a cuatro majaderos racistas y sus mamonadas? Para nada. El problema tiene muchas aristas y reducirlo a un par de argumentos no ayuda a nadie. Salvo a los que instrumentalizan el conflicto en un sentido u otro.
Alegar discurso del odio es una bobada como otra cualquiera. La gente odia o no, con independencia del discurso. Y cuando el discurso desaparece no desaparece el odio, sino que más bien se enquista, sin argumentos, y arrecia, porque ni siquiera queda la espita liberadora del debate.
El problema no es que alguien pida una G en un comentario cuando hay una pelea familiar o un maltrato salvaje a un sanitario. El problema, y muy grave, es la probabilidad de que el que pida una G acierte. La cuestión es similar a la que vemos cuando una mujer aparece muerta en su casa. Al primero que detienen es a su examrido. Y la putada es que la policía no lo hace porque sea feminista, sino por cuestión de probabilidad, sostenida sobre una montaña de expedientes anteriores.
Se le puede llamar prejuicio o se le puede llamar heurística, y en ninguno de los dos casos es totalmente justo. Lo que no se puede es ponerle un tapón en la boca a Gauss y su Normal, porque cuando se hace eso, sustraer el debate, la víctima siempre es lo probable. Y eso refuerza al cabrón del prejuicio.
Un último ejemplo: defraudador queda libre. ¿A qué muchos pensáis que es rico? ¿A que muchos creemos que es de derechas? Yo sí, lo reconozco.
Pues partamos de la verdad para llegar a la verdad. Partamos de lo probable. Sin rencor. Sin miedo.
Salud.
P.D: Va por ti, maestro.
Imagina que tienes un chalé cojonudo. Moderno, amplio, con jardín, dos garajes, y lo que se te ocurra. Y un buen día se te ocurre que quieres hacerte una piscina, porque te apetece tenerla, verla, y que la usen tus invitados, aunque tú no sepas nadar.
Y oye, que además la piscina, aunque te cueste un huevo, porque te va a costar un huevo, revaloriza la propiedad y aumenta la tasación del conjunto, etc.
Pues bueno: cuando la construyas, acabarás aprendiendo a nadar, porque no la vas a tener ahí para nada. Y el que compra un coche, acaba sacando el carné de conducir si no lo tenía antes. Y después de sacarse el carné, se va de viaje, de excursión o de pícnic, movido por el hijo, la suegra o el cuñado.
Es ley de vida. Siempre funciona así.
Y con las armas pasa igual. Cuando nos gastemos una fortuna en modernizar y ampliar el ejército, siempre habrá alguno que crea llegado el momento de darle uso en algún tipo de aventura, o de cabezonería, o de concurso de mear más lejos o medirse las pollas.
No, joder, no aumentamos el gasto militar para aumentar nuestra seguridad. Lo aumentamos para aumentar la probabilidad de que algún tronado se sienta ofendido por algo o crea que hay una ocasión de robar o de influir en alguna parte. Lo aumentamos para, después de tener las armas, necesitar los soldados y que vuelva la mili; y una vez se tengan las armas y los soldados, se busca alguna movida donde emplear todo ese potencial que, de otro modo, estaría ocioso. Y a ver si con suerte no se les ocurre volver esas armas contra el pueblo, que tampoco sería una novedad.
Así que si no sabes nadar y no saben nadar tus hijos, de verdad, manda a tomar por culo la piscina. Gastarte la pasta en construirla no va a ser buena idea.
En marzo de 2025, Donald Trump firmó una orden ejecutiva que obligaba a todas las empresas a compartir sus datos: registros fiscales, historiales médicos, archivos de inmigración y hasta los informes de vigilancia, que se integraron en un único sistema digital. Esa herramienta es Foundry, de Palantir, la empresa de ciber-vigilancia fundada con dinero de la CIA que, hasta hace poco, era una startup polémica y opaca y que hoy ya es, de facto, la columna vertebral del nuevo Estado de vigilancia norteamericano. Ni Orwell podría haber imaginado algo así.

Para los inversores, este es el sueño americano hecho software. Las acciones de Palantir superan ya al S&P 500 y la compañía ha firmado contratos multimillonarios con el Pentágono, el Departamento de Seguridad Nacional y el ICE. Lo que antes era una empresa sospechosa, criticada por su papel en deportaciones y seguimiento masivo de inmigrantes, ahora se ha convertido en una infraestructura esencial para el Estado. Wall Street ya no concibe Foundry como un software, sino como una maravillosa oportunidad de negocio que crece de forma desmedida. Para el trumpismo es una suerte de red nerviosa, un Gran Hermano de proporciones bíblicas.
La integración de datos a través de Foundry ha traído consigo ejemplos escalofriantes: empresas que rastrean en tiempo real a sus empleados, desde sus accesos al edificio hasta sus movimientos en dispositivos corporativos. InmigrationOS, el sistema encargado de identificar inmigrantes, que utiliza biometría, geolocalización y hasta rasgos físicos como tatuajes o color de cabello para predecir “riesgos” y facilitar deportaciones. Y, claro, la parte más lucrativa para las grandes corporaciones: patrones de consumo, salud y desplazamiento se cruzan sin filtros y sin control. La mezcla de Foundry con las redes sociales convierten, ahora mismo, a los Estados Unidos en una suerte de distopía del control más absoluto. Cada ciudadano tiene ya un perfil digital completo y permanente, al acceso libre de la administración pública. Nunca la ciudadanía estuvo más vigilada. Pero lo que resulta aún más trágico y preocupante es la absoluta inacción del partido demócrata y como toda esta puta distopía se ha aceptado sin rechistar, tamizada burocráticamente por extraños intereses de grandes corporaciones que riegan las campañas electorales de ambos partidos.
Amnistía Internacional y diversas organizaciones de derechos humanos advierten de que Estados Unidos se ha convertido en una base de datos viviente, un experimento de control social de escala bíblica completamente inédito, ni tan siquiera visto en las distopías literarias más pesimistas.
Además, Palantir ya no se esconde e informa de que su software no solo organiza información, también puede identificar, rastrear y, en contextos militares, matar. Su CEO, Alex Karp, lo ha reconocido públicamente. Mientras tanto, periodistas que han investigado sus vínculos con el gobierno y grandes corporaciones de Silicon Valley, han denunciado hostilidad y amenazas en conferencias y ruedas de prensa.
Lo más inquietante es que todo esto ocurre dentro de un marco legal. La orden ejecutiva de Trump ha legitimado un ecosistema que combina vigilancia estatal, apetito corporativo y opacidad tecnológica.
Es la antesala del peor de los horrores. Hammett y Orwell haciéndose realidad, pero de una forma profundamente estúpida y delirante. Un estado digital autoritario, dirigido por un puto viejo loco al que el futuro se la suda, porque no le quedarán más de 5 años de vida y que ha hecho de su país el último juguete con el que decir adiós a la vida.
La privacidad, convertida en un recuerdo y el poder, concentrado en las manos de un hatajo de tecnofascistas asustados y adictos, con acceso total a la vida de millones de ciudadanos. Sin control legislativo alguno, sin límites, sin oposición.

"Nunca se pervirtió más el concepto de libertad, nunca se entregaron más derechos sin mirar atrás" dijo Chomsky al hablar de Foundry hace unos meses. "La libertad no debe tener miedo a la verdad. Y para llegar a la verdad, hay que vigilar", contestó Elex Karp, fundador de Palantir.
Buenos días, a todos.
Como es lógico, mucho usuarios han expresado sus dudas sobre los cambios que se han hecho y como me es imposible contestar a todo el mundo lo hago por aquí de forma general, aunque recomiendo leer la conversación que he tenido publicamente con @Jose_El_Finanzas que hace educadamente de abogado del diablo: www.meneame.net/story/sobre-consejo-consultivo-meneame-cuentapaticipac
Alguna información sobre mí:
Mi relación con Menéame:
Sobre los suscriptores
Sobre la situación de Menéame
Sobre el modelo de cuentaparticipaciones
Algunas aclaraciones adicionales
Es mi costumbre vagabundear por Madrid sin destino cuando necesito relajarme o pensar, largas caminatas con estupendos efectos terapéuticos en cabeza y piernas. Pero en los últimos meses hay zonas del centro de la capital que ya trato de evitar en estos paseos. Y es que me horripila y a la vez me fascina lo que el turismo masivo está haciendo con lo que fue mi ciudad. El desfile infinito, imprevisible, la mezcla de rostros y tipos. Casi todo feo y caótico y extraño. Reconozco la forma , la cáscara de ciertas calles , pero su sustancia cada vez me es más ajena. Una de las realidades que me costó aceptar según cumplía años es que es el cambio y no la permanencia la regla del mundo. Los lugares de nuestra infancia y juventud son desfigurados por la acción de la economía, del “progreso”, algo que solo libran los despoblados y los lugares en los márgenes.
Sin embargo el malestar se agudiza por la velocidad sin freno de las transformaciones. Los viejos comercios y bares son sustituidos por franquicias, locales de brunch o falsas tabernas tradicionales en meses, que a su vez son sustituidas por otros negocios de pega inmediatamente si no son exitosos; los precios de los alquileres impulsan una rotación frenética, porque la invasión turística en los últimos años en Madrid es ya exponencial, logarítmica, y aún más tras la pandemia.
El turista, por definición, es feo. Lo es porque está fuera de lugar, de su propio lugar que le ha hecho ser como es, vestirse y moverse como lo hace. Es una mancha en el paisaje. La proliferación de rostros, de atuendos, de expresiones (unos vestidos como si fueran a adentrarse en el Sahara, otros con sucinta ropa deportiva, allí un hiyab, allá una gorra de beisbol, camisas hawaianas, shorts, bermudas, camisetas sin hombreras, ropas de mil padres y mil madres, mochilas, talegos, mochilones, maletas con ruedas, sin ruedas, bolsones arrastrados por el asfalto ) estos días hace raro poder identificar algún lugareño. El turista, es pues una mancha; cuando es un fenómeno poco común encaja sin problemas en el paisaje, es una nota pintoresca (él , que viene a buscar lo pintoresco en lo ajeno) , como un lunar en una piel lisa. Resalta, pero puede quedar bien. Sin embargo cuando los borrones, puntos negros proliferan sin control sobre la superficie, sin que nada les ordene y les dé ritmo se asemejan a los síntomas de una infección.
El turista , por su propia naturaleza no encaja en el fluir propio de la ciudad, pero es su excesivo número lo que desencadena su naturaleza molesta. Se para en las esquinas , cabecea por las aceras con el móvil a la altura de las cejas buscando con el navegador algún destino. Las miradas son distintas del habitante habituado a sus trayectos: mira con curiosidad, o con asombro (a veces injustificado), o perdido, o incapaz de procesar la rareza de un cartel o un lugar que no comprende. Como un coágulo en la circulación de las calles, se detiene con su maletita rodante, duda, se da la vuelta y sin saber para qué mira al cielo.
Todos ellos en busca de su “experiencia”. La ciudad se ha convertido en un lugar que les vende eso que llaman ahora: “experiencia”. Móntese en un avión y vuélvase a su casa con algo experimentado por primera vez, aunque sean unas calles y unos platos de comida.
Padezco pues de una creciente turismofobia, más intensa cuanto más se borran los rasgos de la ciudad en la que viví mi juventud.
Dicho todo esto ,soy consciente de que yo también he sido un grano más en el rostro de una ciudad de algún otro. Que con mis dineros y mis elecciones he contribuido (aún infinitesimalmente) a que alguien se sintiera desplazado en lo que había sido su espacio personal. Me gusta viajar.
En fin, lo que nos da memoria de nosotros mismos, ciertos lugares, algunos recuerdos parecen destinados a transmutarse en unas de tantas “experiencias de viaje”, de otros.
Y viceversa.
Desgraciadamente dudo de que nada de esto se pueda siquiera aminorar.
No sé si merece la pena comentar una imagen que habla por sí sola. Sesgo, subjetividad y manipulación.
El Ejército ucraniano eligió esta posición y la ha estado fortificando fuertemente desde 2014. Desde esta dirección, desde el lado de Donetsk, con su millón de habitantes, se esperaba un ataque de los milicias de la República Popular de Donetsk y luego un asalto del Ejército ruso.
Los zapadores y las tropas de ingeniería ucranianos construyeron aquí una posición fortificada compleja utilizando lo último en arte de fortificación, con una red de trincheras, refugios y pasajes subterráneos cubiertos. La posición está protegida por una red de campos minados, trampas y barreras antitanques y antipersona.
Los artilleros de las Fuerzas Armadas de Ucrania apuntaban a todos los accesos a 'Tsarskaya Ojota' y estaban listos para abrir fuego denso en cualquier momento. Los soldados de la guarnición estaban armados con morteros, misiles guiados antitanques y lanzagranadas, así como con un gran número de ametralladoras. Además, enjambres enteros de drones, incluidos FPV, estaban constantemente en el aire, atacando a los soldados rusos incluso cuando se movían solos.
Las posiciones fortificadas 'Tsarskaya Ojota', 'Antigua unidad antiaérea' y 'Cheburashka' forman la principal línea de defensa del flanco sur del área fortificada de Avdéevka.
Los soldados de Donetsk, que conocen bien estos lugares, aconsejaron a los militares que examinaran la antigua documentación de ingeniería soviética, que podría contener información interesante sobre este territorio. Y, efectivamente, los planos revelaron un antiguo colector de aguas residuales parcialmente inundado y lleno de basura. Fue este tubo con un diámetro de 80 cm el que se convirtió en el camino hacia el éxito de la operación rusa para capturar las fortificaciones de 'Tsarskaya Ojota'.
Durante varias semanas, aprovechando las condiciones climáticas favorables, enmascarando las ruidosas etapas de los trabajos con fuego de artillería, unidades de ingeniería y construcción rusas limpiaron y reforzaron la tubería. Las aguas residuales fueron bombeadas. Se perforaron orificios de ventilación. Y esperaron las temperaturas negativas y el mal tiempo, que "aterrizaría" los drones ucranianos.
Y finalmente, los meteorólogos informaron que se esperan las condiciones atmosféricas necesarias para el 17 de enero de 2024. Por la noche, 150 soldados voluntarios del Ejército ruso descendieron por la escotilla y comenzaron a avanzar de rodillas a lo largo de la tubería.
¡Los soldados rusos hicieron grandes esfuerzos para avanzar entre los restos de una alcantarilla congelada y en completa oscuridad durante dos kilómetros! Se movían, tratando de mantener el mayor silencio posible, mientras afuera, la artillería rusa disparaba constantemente para ahogar y enmascarar las reverberaciones de la tubería. Se arrastraron y se arrastraron desapercibidos, adentrándose profundamente en las posiciones ucranianas.
Cada soldado con uniforme y equipo de invierno llevaba aproximadamente entre 25 y 30 kg de armas, municiones y equipo. Después de varias horas, con un esfuerzo sobrehumano, unos 150 soldados rusos se encontraron en el centro de la fortaleza ucraniana 'Tsarskaya Ojota' y comenzaron a liquidar a la sorprendida guarnición ucraniana. La sorpresa fue completa. La mayoría de los ucranianos confundidos murieron y algunos fueron capturados.
Aprovechando el elemento sorpresa, los soldados rusos sembraron el pánico y al cabo de unas horas avanzaron por varias calles en el sur de Avdéevka, flanqueando posiciones ucranianas en la antigua unidad de defensa aérea, que, debido a la amenaza de cerco, cayó en manos rusas el 22 de enero.
El mando ucraniano se enteró de la pérdida de la zona fortificada más de 24 horas después. ¿Por qué tan tarde? Para decirlo en el lenguaje de la 'Trilogía' de Sienkiewicz: "ni un solo testigo de la derrota escapó".
Se cita como autor al medio polaco Myśl Polska. Lo publico recomendando mantener todas las reservas. No obstante, el hecho en sí parece confirmado.
El mapa corresponde a @Suriyakmaps.
En referencia a los muchos comentarios acerca de la condena por violación a una menor por parte de tres ex-jugadores del Arandina sobre la posibilidad de que matando a la víctima los violadores hubieran tenido más probabilidades de salir impunes, quiero decir desde aquí que eso no funciona así ni mucho menos.
Cuando se produce una muerte violenta, es prioritario para la Policía su investigación, y para ello se destinan todos los recursos posibles tanto humanos como tecnológicos. Se cotejan las cámaras de seguridad de los alrededores (y hoy en día hay muchísimas), se comprueban las localizaciones de los teléfonos móviles, se revisan las coartadas exhaustivamente, se realizan análisis de ADN, pelos y fibras, de huellas dactilares y de neumáticos, hay colaboración entre los diferentes cuerpos policiales y con el juez instructor....
También influye sobre las fuerzas policiales el estatus de la víctima (no es lo mismo una adolescente que un yonki muerto en un poblado de la droga) y la presión mediática que se pueda generar, pero por regla general y salvo alguna que otra cagada la Policía no descansa hasta tener por lo menos la certeza de lo que ha sucedido, aunque sea inviable llevar el caso a juicio.
En estas circunstancias para matar con impunidad hay que ser un profesional o tener una suerte increíble. Por otra parte, es muy difícil borrar los restos de una violación de un cadáver a menos que el cuerpo quede muy deteriorado.
En caso de hacer "desaparecer" a la víctima, es cierto que no hay tanta presión policial pero sí que hay un interés por saber las circunstancias de la desaparición, y nuevamente es muy complicado esconder todos los rastros porque los cadáveres no son fáciles de destruir ni de esconder y si sumas la geolocalización y las cámaras de vídeo de la vía pública y carreteras vuelve a resultar muy difícil para un aficionado salir impune.
Por otro lado, hay muchas violaciones que quedan impunes porque es muy difícil superar la objeción del sexo consentido. Básicamente, hay que tener un testimonio creíble y coherente (muchas víctimas de violación van borrachas y/o drogadas), unos informes policiales, médicos y psicológicos que te acrediten y generalmente algo más: un testimonio, una grabación (esto suele ser lo mejor como prueba), algo que dé peso a la versión de la víctima.
Y para acabar, otro enfoque más. Matar a alguien no sale gratis para el equilibrio psicológico de los autores. Que para muchos homicidas es esta la peor condena.
Yo nací en el setenta. Recuerdo muy vagamente la muerte del dictador y las colas enormes que se formaron para despedirlo, rumbo al valle de los caídos. Por supuesto, él ni cayó ni leches, así que doy por buena su exhumacion por ese motivo.
Ahora, cuando 43 años después hablan de desenterrarlo, no puedo menos que morirme de la risa al escuchar que su familia quiere que repose en la catedral de la Almudena. Dicen que las mujeres no tenemos esa clase de sentido del humor, pero permitidme que me considere una excepción : ver la cara de los anormales que parieron este acto revanchista y retorcido merece llevarle un ramo de flores al puto caudillo. Porque soy franquista? Venga ya, no me jodais. Porque soy insumisa, y no me sale de las tetas, hablando mal, tragarme la opinión obligatoria.
Como lleven a Franco a la Almudena, juro que le pongo un ramo de gladiolos, pero no en su homenaje, sino para reírme de toda la pandilla de imbéciles que pretendieron cambiarme la lucha por un trabajo digno y una vida aceptable por los huesos de un fascista muerto que ni siquiera tuvieron los huevos de matar ellos.
Gente rastrera, miserables guerreros y revolucionarios de tanatorio, héroes de la lucha en los cementerios: ya os pueden ir dando por el culo. Mientras yo las paso putas para llegar a fin de mes, pretendéis premiar mi voto desenterrado a mi antepenúltimo enemigo, mientras el adversario actual me sigue chuleando.
Y encima se ríen en vuestra cara, que por desgracia es la mía, mientras llevan a Franco al centro de Madrid y a mí me ofrecen 20 días por año trabajado.
Mis queridos necrofilos hijos de puta: no estoy tan borracha aún como para arrepentirme de jurar que si lleváis a Franco a la Almudena voy a ir allí con mi ramo, para reírme de vosotros. Para que haya mil ramos como el mío y de una vez se os caiga la puta cara de vergüenza por lo que habéis hecho con la gente humilde que os votamos.
Traidores. Miserables. Gentuza
Gracias Padre porque este año
no me crucifican.
No crucifican a los pobres
para salvar a los ricos.
No me sacarán
ensangrentado y desnudo
a perdonar la hipocresía
de los que hablan en mi nombre.
Es mas fácil que un camello
pase por el ojo de una aguja
que un rico entre en el reino de los cielos.
Yo dije perdonar las deudas
no las ofensas.
Pero no hay mayor defensor
de la propiedad privada
que el ladrón que asegura su botín.
Quien perdona siempre no perdona,
consiente.
Yo nunca usé la violencia
sino contra los mercaderes.
Si volviera a la Tierra
volverían a crucificarme.
No rezan por que yo regrese
sino para despertar a la momia.
Este año no pagarán
justos por pecadores,
este año no harán negocio
con mi crucifixión.
Lo recuerdo bien, lo revivo en cada momento desde que comenzó la tragedia.
Era una mañana normal que, como siempre, empezaba con una taza de café y seguía entre las estaciones del metro para llegar al trabajo. De repente sonó el teléfono y todo se transformó en infierno.
La voz de mi hermana llorando pronuncia palabras que interrumpen todo el sentido de mi mundo.
Tu hermano ha sido asesinado.
Todo a mi alrededor empezó a dar vueltas, y nunca se detuvo.
Desde esa mañana, la perdida ha estado persiguiéndome con su cuchillo mortal.
Soy Othman, un palestino de Gaza y llevo 150 días viviendo con el miedo de la muerte de mis seres queridos, hora tras hora, sin tregua, dandole las gracias a Dios, cada segundo, por los que siguen vivos.
Mi nombre es Othman.
Durante 150 días mi familia ha estado durmiendo en tiendas de campaña improvisadas al aire libre, pero no libres de miedo, con el corazón ensangrentado por el desplazamiento sin fin.
De una tienda a otra, expuestos al frío, bajo los bombardeos, sin agua potable, sin comida ni refugio, sin medicinas para mi madre enferma y leche para el hijo recién nacido de mi hermana.
Yo soy Othman.
Desde que comenzó este genocidio he estado luchando con la espalda cargada de impotencia, para salvar a mi familia afligida o cuanto menos aliviarles de la carga de la muerte.
Pero todo eso está siendo en vano. Estoy solo.
La situación es muy grave y por mucho que se quiera mecer la cuna de un niño asustado y hambriento, no se dormirá.
Por lo tanto necesito vuestra cooperación, para ayudar a mi familia y aliviar su sufrimiento en esta trágica circunstancias.
El dinero que recaudaré de este GoFundMe servirá para comprar comida, medicina, mantas, agua, cosas cotidiana que damos por sentadas, pero que han sido negadas a la población Palestina.
Gracias de todo corazón por haber leído mi historia y por vuestras donaciones.
Othman
Hola, soy Alejandro (Masterchof). Os comparto este texto (100% veraz) que me acaba de enviar un amigo palestino, residente en España.
Agradecería de corazón que le dierais difusión y, si pudierais, donarais dentro de vuestras posibilidades.
Un abrazo y gracias.
Esta semana la obsolescencia programada me dió dos bofetadas en la cara. El mismo día, para mayor recochineo.
Primero voy a la tienda de bicicletas, a comprarme un juego de zapatas de freno. Mi bici lleva V-brakes de gama alta, así que aunque ya tienen 18 años, no hay necesidad de cambiarlos. Pido zapatas buenas, preferiblemente de marca, y me dicen que ya no existen, que todos los fabricantes se han pasado a los frenos de disco. Me toca comprar lo "mejor" que tienen (4€ un juego). Sinceramente no creo que me vayan a dar problemas, pero la diferencia con las actuales (10€ el juego hace 5 años), es muy obvia. Hablando con quien me atiende, me cuenta que les pasa con cierta frecuencia. Me dice que se han vuelto locos buscando una cubierta tubeless de 26 pulgadas, porque ahora son todas de 27'5 o 29.
Esa misma tarde me paso por un servicio oficial de Samsung. Tengo un Galaxy S3, y la batería ya está anciana. Me dicen que el modelo ya está obsoleto, y que ya no se fabrican. Que pruebe suerte en internet. Ya tenía localizado un modelo compatible, pero hubiera preferido una original. Esta vez no comento nada a quien me atiende.
En ambos casos, si fuera por los grandes fabricantes, tendría que cambiarlo todo. Bicicleta nueva (~800€) y teléfono nuevo (~500€). Afortunadamente hay otros fabricantes, más pequeños, que todavía cubren estos nichos. Así que mi bicicleta durará otros 20 años, y mi teléfono... a saber.
La censura en redes silencia a los palestinos, agravando su victimización. Expertos advierten que esto obstaculiza la resolución del conflicto. Organizaciones y activistas defienden los derechos digitales palestinos y piden a las empresas tecnológicas proteger a los usuarios de la discriminación en línea.

El ‘shadowban’ existe. Las redes sociales, incluyendo Facebook, Instagram y Twitter, se han convertido en plataformas donde las personas comparten sus pensamientos, opiniones y apoyan causas que les importan. Sin embargo, recientemente ha habido denuncias de censura por parte de activistas que expresan su apoyo a Palestina en estas redes, lo que ha desatado una controversia sobre la libertad de expresión en línea.
Usuarios de las redes sociales han señalado a las empresas detrás de estas plataformas, Meta y X, anteriormente conocida como Twitter, de censurar y eliminar sus publicaciones en apoyo a Palestina. Estos usuarios reciben notificaciones que indican que sus publicaciones han ‘infringido las normas comunitarias’ de las redes sociales.
Si bien las normas comunitarias generalmente prohíben contenido violento y gráfico, también se han censurado mensajes de apoyo al pueblo palestino y publicaciones sobre eventos en ciudades de todo el mundo. Esta censura ha llevado a acusaciones de que se está restringiendo la libertad de expresión y la capacidad de los usuarios de concienciar sobre el conflicto palestino-israelí.
Leila Nachawati, escritora y activista experta en Oriente Medio, señala que esta censura puede llevar a una “doble revictimización” y contribuir al bloqueo que sufren las víctimas de la ocupación en Palestina. Además, la censura afecta directamente a la percepción pública del conflicto y a la capacidad de las personas para expresar solidaridad.
No es la primera vez que X y Meta se enfrentan a acusaciones de censura. El ‘shadowban’ se refiere a una menor visibilidad en línea, donde las publicaciones y comentarios de los usuarios ya no son visibles para otros. Esto plantea interrogantes sobre la neutralidad de estas plataformas y su compromiso con la libertad de expresión.
La censura de contenido pro-Palestina no se limita a un grupo reducido de usuarios, sino que afecta a nivel global. Nadim Nashif, director ejecutivo de 7amleh, el Centro Árabe para el Avance de las Redes Sociales, ha documentado cómo el contenido palestino es excesivamente moderado por las principales plataformas en línea.
Los usuarios afectados han compartido sus experiencias, señalando que las publicaciones con contenido negativo sobre Israel o mensajes positivos sobre Palestina son eliminados o restringidos. Además, palabras como “Palestina,” el uso de su bandera o hashtags relacionados también pueden resultar en una reducción de su alcance en línea.
En respuesta, X y Meta argumentan que están aplicando sus políticas de manera equitativa en todo el mundo para mantener la seguridad en sus plataformas. Aseguran que no suprimen deliberadamente la voz de un bando y que algunos contenidos pueden ser eliminados por error debido al alto volumen de informes que reciben.
La censura en línea de mensajes pro-Palestina es un tema crítico que genera debates sobre la libertad de expresión en las redes sociales y su impacto en el conflicto palestino-israelí. ¿Están las empresas tecnológicas protegiendo o limitando la libertad de expresión?
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Hoy El Español informaba de que la empresa titular de Canal Red (de la que es administrador único Pablo Iglesias) no ha presentado sus cuentas anuales de los ejercicios 2023 y 2024, pese a tener el deber legal de presentar las de 2023 (como muy tarde) el 31 de marzo de 2024, y las de 2024 (como muy tarde) el 31 de marzo de 2025. La empresa en cuestión es Agitprop Comunicación y Análisis Político S.L., con domicilio Social en C/ Albasanz, núm. 14 bis. Madrid 28037, y CIF: B64299779. Como no suelo fiarme de lo que leo, sobre todo cuando lo escribe un potencial enemigo del afectado por la información, decidí investigar por mi cuenta.
En primer lugar os aporto un poco de contexto. Antes de cumplir mi sueño de dar clase en la universidad a tiempo completo, fui abogado laboralista durante 12 años, dedicándome en exclusiva a la defensa de trabajadores frente a sus empleadores. Y cada vez que debía demandar a una empresa, salvo que fuese una gran mercantil de solvencia indudable, me dedicaba a investigarla con el fin de saber si tenía dinero para asumir la condena, pues en caso contrario el trabajador acabaría cobrando dos duros del FOGASA. Si la empresa no parecía solvente, me dedicaba a rastrear sus posibles conexiones con otras mercantiles, pues en estos casos solía haber un grupo patológico de empresas donde una facturaba y la otra tenía dados de alta a los trabajadores. Evidentemente, la primera empresa era la que tenía las perras, y había que desenmascararla para lograr una condena solidaria, ya que la empresa donde el trabajador estaba dado de alta sólo tenía deudas.
Entre mis armas para realizar estas investigaciones estaban webs como infonif, einforma o axesor, donde podías obtener datos como los administradores y socios de la empresa, su vinculación a otras mercantiles o el ejercicio al que correspondían las últimas cuentas anuales depositadas por la empresa. Este último dato era muy importante para mí. Si una empresa no tenía las cuentas del último ejercicio depositadas, era muy probable que hubiese algo raro en ella (básicamente que no tuviese un duro y, por ello, se la soplase ser multada). Y es que depositar las cuentas del ejercicio en los 3 meses siguientes a su finalización (esto es, el 31 de marzo del año siguiente como máximo) es un deber legal que lleva aparejadas múltiples sanciones.
La primera es la multa, que puede ser bastante gorda. La segunda es el cierre de la hoja de la empresa en el registro mercantil, impidiéndole introducir nuevas anotaciones. Y la tercera es la derivación de responsabilidades hacia los administradores de la empresa (en este caso, Pablo Iglesias) por parte de acreedores o perjudicados por el incumplimiento. En esta web tenéis una excelente explicación sobre las sanciones indicadas www.devesa.law/consecuencias-y-sanciones-por-no-depositar-las-cuentas-
Ahora vamos al meollo ¿Es cierto que la titular de Canal Red ha incumplido y sigue incumpliendo su deber de remitir al Registro Mercantil las cuentas de los ejercicios 2023 y 2024? Pues sí. Todas las webs que recogen dichos datos coinciden en que las últimas cuentas depositadas corresponden a 2022 (a modo de ejemplo, www.einforma.com/informacion-empresa/melancolic-films o www.axesor.es/Informes-Empresas/3358424/AGITPROP_COMUNICACION_Y_ANALIS ).
Cabe destacar que Canal Red se lanzó en marzo de 2023, y en mayo de 2023 se inscribió en el Registro Mercantil el cambio de titularidad de la empresa en cuestión (hasta entonces pertenecía a Jaume Roures, que se la vende a Pablo Iglesias para que sea el soporte jurídico-mercantil de su canal www.canalred.tv/estaticas/aviso-legal.html ). Podéis verlo en las sucesivas anotaciones del Registro Mercantil relativas a la empresa infonif.economia3.com/ficha-empresa/agitprop-comunicacion-y-analisis-p Por ende, desde que la empresa pasó a manos de Pablo Iglesias y se convirtió inmediatamente en la titular de Canal Red, no ha presentado sus cuentas ni una sola vez.
Pero ¿Por qué incumple Pablo Iglesias su deber legal de publicar las cuentas, sabiendo que las multas que le esperan? He aquí mi tesis. Canal Red da mucho dinero y tiene pocos costes, incluidos los de personal. Por ende, los beneficios son sustanciosos. Canal Red vive principalmente (que sepamos) de los crowdfunding y las suscripciones. Si la gente descubre estos datos, pueden quitársele las ganas de seguir pagando, bien porque le indignen el importe de los beneficios y su destino (pueden reinvertirse o pueden ir al bolsillo del socio de la SL, y eso aparece en las cuentas), bien porque piensen que el Canal ya está sobradamente financiado.
Gracias a las cuentas anuales también se puede saber cuánto gasta Canal Red en pagar a sus trabajadores (y también si los tiene o trabaja con autónomos/falsos autónomos). Todos estos datos son muy valiosos no sólo para los enemigos políticos de Iglesias, sino sobre todo para cualquier persona que quiera decidir, con verdadero conocimiento de causa, si el canal merece o no su donación o suscripción. Si Iglesias no los da, a mi juicio, es porque tal información perjudicaría notablemente a sus intereses, hasta el punto de que le sale más rentable pagar multas que hacerlo.
¿Soy un malpensado? Aportad vuestras opiniones y abramos un debate con base en los datos.
Al final, y para ser consecuente con la actitud y la línea que mis muchos o pocos lectores han podido contrastar en mis escritos, he decidido sincerarme y poner por escrito mi convencimiento de que la mayor parte de la gente concienciada con el peak oil no consigue o no quiere ver más que una parte del asunto. Mis disculpas a todos por decir esto, pero creo que era necesario. La enunciación del problema y el modo en que se plantea denotan una serie de sesgos que me parecen muy desagradables, como si lo que se pretendiera fuese cualquier cosa menos solucionarlo. ¿Observo mala fe en los peakoileros? Pues en unos sí y en otros no, pero en casi todos observo la misma carencia: que su pasión por la lógica y los datos, su precisión en las mediciones y en la construcción de modelos, su meticulosidad en la argumentación y concatenación de sucesos, desaparecen repentinamente en ocasiones hasta silenciar completamente datos, hechos y argumentos que resultan incómodos para sus convicciones (o necesidades) políticas.
No voy a entrar al tema de los datos, porque en ese sentido casi todos saben más que yo. Y además, en eso estamos todos de acuerdo, aunque con algunos matices. Por si acaso, enuncio brevemente: vivimos en un planeta finito, por lo que todos los modelos económicos basados en el crecimiento infinito son necesariamente erróneos. La energía es la base de la sociedad, la economía, el desarrollo, el bienestar y en general de absolutamente todo. La economía debería estudiarse, de algún modo, como una rama de la termodinámica, y no como una rama de la hechicería, que es lo que algunos parecen estar haciendo actualmente, sobre todo en el caso de la economía financiera. El crecimiento de los últimos siglos se debe al empleo masivo de combustibles fósiles. Por la ley de rendimientos marginales decrecientes, cada vez son más caros y difíciles de extraer, y su sustitución detrae cada vez una parte mayor de capital y otros recursos, lo que llevará a una contracción económica, declive, o colapso, según la gravedad de la caída. El plazo y la profundidad de esa caída lo desconocemos, pero lo más probable es que sea antes financiera que de recursos, pues nuestra economía financiera anticipa la escasez material, anticipándose a ella.
En esto es en lo que estamos de acuerdo. Pero ahora, por partes, intentaré explicar por qué creo que la mayor parte de la gente consciente del problema no abarca mentalmente su verdadero alcance, o prefiere dejar este asunto para más adelante, cuando ya se le haya sacado el debido rendimiento en otros ámbitos menos amables o menos confesables.
-Ley de Jevons
Después de enunciar todos los problemas que enumeré anteriormente, resulta que a muchos les da la ventolera de añadir que hay que buscar una nueva sociedad, donde se acabe con el derroche, se renuncie al consumismo y se cuiden los recursos. Me parece todo muy bonito y muy edificante, pero con franqueza, parecen obispos predicando contra el sexo.
Ya lo dije en otro artículo, y creo que hay que repetirlo:
“La realidad es que el ahorro de cualquier bien o recurso supone su abaratamiento para aquel que decida consumirlo. La realidad es que la gasolina que nosotros ahorramos es la que pueden quemar los norteamericanos en sus coches de dos toneladas, y lo cierto es que si nosotros no la ahorrásemos ellos tendrían que pagarla a mucho más de los 50 céntimos de euro a los que la pagan ahora. La realidad es que la gasolina que nosotros no quemamos no va a una hucha, ni se entierra en el subsuelo para que nadie la queme y no produzca CO2. Va al mercado, aumentando la disponibilidad para el que la quiere quemar y opera sobre ese mercado disminuyendo su precio. El carbón que nosotros no quemamos no desaparece en el espacio sideral para no contaminar: es el que queman los chinos, más barato precisamente porque nosotros no lo demandamos, y el que les ayuda a barrer del mapa nuestras tiendas y nuestras industrias, incapaces de competir con sus precios. La leña que no quemamos los que vivimos en los pueblos es la que abarata los pellets para las calderas urbanas y las calefacciones de biomasa. El agua que no uses para regar tu huerta, la usarán para regar otra. O un campo de golf. Las truchas que no pescamos río arriba, son las que pescan río abajo. La chica a la que no besaste no se metió a monja: se casó con otro”
Todos sabemos que es así, y más aún en un mundo global. Todos sabemos que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo mientras haya alguien que lo demande. Todos sabemos que reducir o eliminar la demanda a nivel puntual es indiferente a nivel global. Todos sabemos que consumir menos aquí, donde existe legislación medioambiental sobre residuos, por ejemplo, hará que se consuma más donde esa legislación no existe y que, en suma, el daño será mucho mayor. Todos sabemos que poner molinos de viento en Alemania abarata el carbón, con lo que consumen más en China, sin filtros ni cosa que se les parezca. Lo sabemos de sobra, porque no ignoramos los datos ni los modelos económicos, pero este hecho concreto, al redactar nuestro discurso, resulta que lo pasamos por alto. Lo sabemos pero nos es igual: Nos la sopla, ¿verdad? Seguimos escribiendo manifiestos y soflamas a favor del ahorro, en contra del capitalismo y en contra del consumo, porque es lo que nos ordena nuestra ética. Sabemos que es inútil, pero tiramos para adelante, impasible el ademán. Sabemos que no funciona, pero nos hace sentir mejor. Sabemos que favorecerá a quienes quieran seguir haciendo girar la rueda sin preocuparse de nada, pero es lo que nos pide el cuerpo.
Porque somos así, porque tenemos alma de predicadores y vocación de mártires. Porque la realidad que tanto nos gusta perseguir con los datos nos importa luego tres pimientos cuando hay que aplicarla a algo que nuestra nariz rechaza. Y nuestra nariz manda mucho, sobre todo cuando podemos olfatear según qué cosas.
Ensuciar es malo. Derrochar es malo. Desperdiciar los recursos de las generaciones venideras es malo. Vale, sí, ¿y qué? ¿Y qué hacemos con los vecinos, las regiones, los continentes enteros que se pasan por el arco de triunfo esas consideraciones?, ¿les declaramos la guerra?, ¿o les seguimos repitiendo las mismas obviedades hasta que nos hagan caso por aburrimiento? ¿A quién le vamos con ese catecismo? ¿A otro tan incauto como nosotros?
Al final es lo que hacemos: quedarnos a gusto con nuestra conciencia y autocomplacernos en nuestra solidaridad imaginaria. Porque lo real es que el ahorro no sirve, no funciona, no tiene ningún efecto distinto de abaratar el precio a los que pasan olímpicamente del ahorro. ¿Por qué creéis que la información sobre el peak-oil, siendo terriblemente antisistema, no ha sido perseguida más que con medidas menores? Porque abarata el consumo de los que quieren seguir consumiendo. “¡Venga, que ahorren esos idiotas, que así dejarán más para el resto!”
Por eso, con muchos peakoileros, me queda la misma duda que con muchos obispos: si se estarán creyendo realmente lo que dicen o habrán construido toda esa historia para un fin distinto del que nos cuentan. ¿No nos hablarán de petróleo cuando en realidad nos quieren llevar a determinado redil político? Pues habrá de todo, pero cada día me fío menos. Y cada día nos perjudican más.
-El decrecimiento o la reducción voluntaria.
Después de repetir, una vez más, que el ahorro de un recurso no disminuye su consumo total, tengo que preguntarme de dónde ha sacado esta gente que las sociedades pueden menguar voluntariamente. Tuve la fortuna de leer un magnífico artículo sobre las sociedades que vivían de otro modo y con menos, pero ni en ese estudio se menciona a ninguna que caminase hacia atrás en su consumo, y menos voluntariamente, por consenso. He leído mucho sobre el colapso de otras sociedades en el pasado, pero no veo precedentes de reducción voluntaria del consumo de ningún recurso. Lo que veo, como mucho, es que un tipo de cada pueblo se iba a una cartuja o se subía a una columna y allí vivía con menos, pero todo lo demás que yo conozco ha pasado siempre por imposición, necesidad imperiosa y distintas variaciones y permutaciones del “trágala”.
Cuando una sociedad colapsa, lo hace porque carece de un recurso, y lo hace precisamente porque ni lo ahorró, ni lo pudo ahorrar, ni consiguió evitar su agotamiento. Y esto es así, insisto, porque lo que unos ahorraban quedaba disponible para otros. Es algo tan conocido como la Tragedia de los Comunes.
Quien todavía piense que es posible sensibilizar a la población de la necesidad de vivir peor y con menos, mientras otros disponen de todo, que vaya a una comunidad de vecinos y que trate de convencerlos de que hay que bajar la calefacción un par de grados, pero pagando lo mismo. No me estoy refiriendo a comer menos, o a pasar penalidades: sólo dos grados en la calefacción, por el bien del planeta. ¿Algún valiente se apunta? No, claro, en la comunidad de vecinos no, pero sí en los foros, y en los blogs. En los foros y en los blogs pedimos la restricción del capitalismo, el fin del derroche y la universalización de los ponys, pensando que reeducaremos al mundo, pero en la comunidad de vecinos ni se nos ocurre, porque todos sabemos que Cervantes 67 será justa y exactamente el último punto del planeta en ser educado. Y lo sabemos porque conocemos a sus habitantes. ¿A que hay algo de eso?
Seamos sinceros: pensamos en cambiar el mundo, pero ya no le sacamos el tema ni a nuestros amigos. Y a la familia, menos aún. Decimos que son cerriles, cornucopianos, que viven en la ilusión de no sé qué, pero nosotros seguimos convencidos de que el ahorro de algo reduce su consumo y de que la gente se puede convencer, por las buenas, de vivir con menos mientras sus vecinos lo pasan a lo grande. ¿No somos tan cerriles como ellos? ¿No padecemos también nuestra propia cornucopia, de conciencias en lugar de recursos?Ellos creen que el petróleo es infinito y nosotros creemos que la buena voluntad es inagotable. Ellos piensan que la técnica todo lo puede y que ya se inventará algo, y nosotros creemos que la reeducación de la gente todo lo puede, y que ya surgirá una nueva conciencia. ¿De dónde sacamos ese convencimiento? ¿De dónde demonios sacamos que se va a agotar antes la avaricia que el petróleo? ¿De qué tablas y modelos deducimos que la solidaridad es más universal que el consumismo? ¿Qué clase de majaderos somos?
-La ley de Lem
Dice la ley de Lem que nadie lee nada. Los pocos que leen, no entienden nada. De los pocos que entienden algo, la mayoría lo olvida todo a la media hora.
Y en eso estamos, creo.
Decreceremos, sin duda, pero cuando no haya más remedio. Consumiremos menos, pero cuando haya menos y sea más difícil de conseguir. Cultivaremos la tierra con el burro o con la azada, pero no antes de que se haya averiado el último tractor o se haya agotado la última gota de combustible. Y si esa última gota es sangre de virgen sildava, ¡que se preparen en Sildavia!
Sabemos que no sirve de nada ahorrar. Sabemos que nuestra pretensión de concienciar a la sociedad es como la suya de que esperar a que la ciencia encuentre la panacea. Lo sabemos, pero no lo entendemos o lo olvidamos de inmediato para seguir escribiendo manifiestos, digresiones apocalípticas, homeopatías energéticas, ética vestida de ciencia, sermones revestidos de informes, y sacramentos solidarios ungidos de avisos técnicos. En nuestros escritos aparece todo, menos lo que importa: que es indiferente consumir más o menos a nivel local, porque eso no afecta al consumo global.
Pretendemos llegar a la gente para obligarla a creer algo que no quiere creer. ¿Por qué nos extrañamos de que no lo entiendan, no lo acepten o luego no lo recuerden? No podemos concienciarlos a todos, y si no los concienciamos a todos lo único que hacemos es subvencionar el Hummer del tío de Oklahoma, ese tipo al que todas nuestras preocupaciones le traen al fresco porque ni tiene hijos ni cree en el mañana.
A los que no creen en el mañana no tenemos nada que decirles, pero seguimos infravalorando el poder del himno: “I want it all, I want it now”. ¿Qué vamos a contarles a los que hacen una cola de once horas para comprar el último modelo de un teléfono móvil?
¿De qué vamos, coño?
Toda esa gente no va a consumir menos, porque no le da la gana. ¿Está claro así? Toda esa gente no va a renunciar a sus comodidades porque no le sale de las narices. Toda esa gente, y son miles de millones, exprimirá hasta la última piedra en busca del bienestar que ha visto en otros lados y lo hará justa y exactamente hasta dos segundos antes del desastre. Hasta dos segundos después, para ser más exactos.
Nuestros documentos y nuestras explicaciones se dirigen a los que quieren entender, pero como los concienciados no pueden hacer nada realmente, salvo abaratar el precio de los productos a los que renuncian, los no concienciados nos aplauden, siguen consumiendo (a menor precio) y se ríen de nosotros a mandíbula batiente. ¿Hasta cuándo? Hasta el día en que todo se vaya al demonio, por supuesto, pero ese día será para todos, los concienciados y los derrochadores.
Conclusión:
La conclusión es clara: cada vez que Europa, por ejemplo, aprueba una ley medioambiental restrictiva, China y la India declaran un día de fiesta nacional. Lo primero, porque los recursos que ellos consumen les saldrán más baratos, y lo segundo porque producir allí será más competitivo que hacerlo aquí, y los que se irán al paro serán nuestros hijos y no los suyos.
Cada vez que una, cien o mil personas se conciencian del problema ambiental o de la finitud de los recursos naturales, mejora el karma de la Tierra, nacen dos unicornios, y los druidas entonan cánticos de alabanza, pero no disminuye el consumo de energía, ni el de tierras raras, ni la emisión de CO2. No mejora nada a nivel global, ni se ahorra nada, ni se ensucia menos.
La destrucción del capitalismo en Occidente no nos convertiría en monjes tibetanos. Y aun si lo lograra, dejaría espacio y oportunidad a los tibetanos para dejar de ser monjes. Los que proponen un nuevo sistema nunca dicen si ese sistema será para su pueblo, para su país, o lo impondrán a la fuerza a todos los demás mediante una cruzada verde, solidaria y de tartas de arándanos. Y si el nuevo sistema no es global, y simultáneo, no será un nuevo sistema: será una chorrada, una ocurrencia bienintencionada que los capitalistas alentarán con subvenciones, media hora en un programa de la tele y tres palmadas en la espalda.
El desastre llegará en forma de colapso, o de lo que sea, y lo hará cuando tenga que llegar, pero nada nos librará de él. El nuevo sistema económico que se implora por ahí es la versión 2.0 de la Comunión der los Santos, un refrito laico de “todos somos hermanos y nos encontraremos en el reino de los cielos”, que al fin y al cabo es una idea de demostrada eficacia a la hora de atraer a las masas. La utilidad de lo que escribimos está, a mi entender, en mostrar el camino para después del colapso, cuando ya existan suficientes incentivos que lleven a plantearse qué se puede hacer para que la cosa mejore, o no empeore más aún. Pero pasaremos por la estación del desastre antes de vislumbrar siquiera ese día. Será en diez años, en cien o en quinientos, pero pasaremos sin remedio.
La razón por la que yo, personalmente, pienso seguir interesándome por el clima, los recursos finitos y el ritmo de extracción del petróleo es la misma por la que me intereso por el big bang, los agujeros negros y la nebulosa de Andrómeda: pura curiosidad o inquietud intelectual. Ni le veo utilidad práctica ni me creo capaz de cambiar nada.
A nivel particular, anticipar la evolución de los acontecimientos puede ser de alguna utilidad, aunque en un caso como el presente signifique solamente la opción de cambiar de camarote en el Titanic. A nivel global es tan útil como saber que en 2020 va a explotar el sol.
Por eso, seguiré leyendo y escribiendo sobre el peak oil, sobre la riqueza de las vetas de metales, sobre la ley de rendimientos marginales decrecientes y sobre la incapacidad de los economistas para aceptar los límites del crecimiento y la finitud del mundo.
Por eso, seguiré pensando de los que me ofrezcan soluciones políticas, manifiestos anticapitalistas, soflamas contra el consumo y alternativas de un mundo con caramelos de fresa que son unos oportunistas arrimando el ascua a su sardina, con unos fines totalmente distintos de los que confiesan.
Nos iremos al carajo, sí, pero por mi parte no será con ellos. No en sus manos.
Escribo este articulo para contar mi experiencia buscando (y encontrando) trabajo en Londres porque tal vez pueda servirle a alguien. Hasta hace bien poco yo era un parado de larga duración y con un agravante: hace unos años decidí cambiar la que era mi carrera profesional (centrada en marketing y ventas principalmente ) por la informática. .No penséis que lo hice en plan "campeón", es que claramente vi que los trabajos que tenía iban de mal en peor. Realmente pensé que no había otra salida para mí. El camino no fue nada fácil pues en cuanto acabé informática en la universidad, la vida me llevó por derroteros bien distintos a lo que había estudiado. Así que me encontré 25 años después con que todo era diferente. Me dediqué a volver a estudiar y reciclarme por mi cuenta y tras desarrollar varios proyectos para varios clientes, decidí que era el momento de intentar trabajar en una empresa para seguir "creciendo" y asentarme profesionalmente.
Con más de 50 años podéis imaginar el resultado en España: NADA. Así que tras intentarlo durante año y medio con resultado negativo vi que mi única opción era salir fuera. Hablé con una amiga que vive en Londres y le pregunté por el "infojobs britanico" y me indicó un par de páginas web: CW jobs y jobserve. Así que metí ahi mi curri y empezaron a llamarme. La verdad es que lo hice un poco a lo loco pues no pensaba que nadie me llamara y lo subí poniendo mi dirección de España y mi número de teléfono español pero empezaron a llamarme y claro ...
Yo que pensaba que hablaba bien inglés (y en realidad lo hablaba) me di cuenta de que todo era un desastre. Sencillamente no les entendía. Yo había aprendido inglés hablando con americanos y el acento británico era para mí sencillamente una pesadilla. No entendía absolutamente nada. Afortunadamente hoy en día hay maneras de solucionar esto y además maneras baratas de hacerlo. Me borré de las webs de empleo y me tragué todas las series británicas de Netflix. Y cuando digo todas, son todas. Me pasé unos 6 meses para cogerles el acento.
Quiero decir algo en favor de los recruiters y las empresas inglesas que me llamaron. No es que no se hagan entender o pasen de ti. Sencillamente hacen lo mismo que cualquiera de nosotros haría con un extranjero al que entrevistaras: das por hecho que te entiende y hablas con toda naturalidad. Con tu acento y a tu velocidad normal. Así que la única opción es entenderles. No es sencillo pero tras muchas entrevistas te das cuenta que a fin de cuentas TODOS te hacen las mismas preguntas:
Así que me di cuenta de que en cualquier conversación normal, más de la mitad es paja. Simplemente hay que afilar el oído y estar bien pendiente de cuál de las preguntas standard te van a hacer después de soltarte todo el chorreo que no estás ni entendiendo. Hay algunos que tienen acentos realmente complicados (sobre todo gente del norte) y otros te hablan con un acento clarísimo.
No desesperes. Te van a llamar y mucho. Para que os hagáis una idea yo durante el tiempo que estuve buscando trabajo tenía 8 y 10 llamadas diarias mientras que antes, en España, tenía 3 o 4 por semana (cuando había suerte).
Muy importante: consigue un número de teléfono inglés donde te puedan llamar y pon una dirección inglesa en tu curriculum. Eso marcó totalmente la diferencia para mí.
Son los que te van a llamar. Es muy raro que te llame directamente la empresa contratadora. Son empresas de selección de personal especializadas y no en informática en general sino en campos concretos. Los hay de Devops, de Java, Python, diseño de hardware, etc. En general son bastante profesionales aunque también hay algunos cantamañanas. Gente que se tira haciéndote una entrevista 15 minutos, te dicen que te mandan los "job specs" en 5 minutos y ya no sabes más de ellos. Gente que te pide que te borres de las webs, que confíes en ellos y luego nada de nada ... En fin, como en todas partes, de todo hay.
Mi experiencia es bastante buena en general con ellos. Si ven que te pueden "colocar" fácil, se mueven bastante rápido ya que no quieren que otro se lleve su candidato. Si llegas a fase test o fase entrevista (más adelante hablaré sobre esto) te hacen seguimiento. Te llaman antes de la entrevista para orientarte. Si han entrevistado ya a otros candidatos te dan información sobre cosas que los otros candidatos les han contado (también te lo preguntarán a ti y se lo soplarán a otro candidato si les conviene) y si finalmente su cliente está interesado en ti, intentarán que el cliente aumente la oferta para que tú te quedes con esa oferta y no con otra.
A mí me sucedió que me llegaron dos ofertas a la vez y ambos recruiters elevaron las ofertas de sus clientes. Cosa que me vino de coña, claro. Al final eran económicamente casi iguales y elegí la que me pareció que podía tener más proyección profesional para mí.
Bueno, esta es la parte más compleja y a mí me costó algo más de lo normal encontrar trabajo por culpa de no saber exactamente cómo me tenía que mover. El proceso tiene normalmente 4 fases:
A veces el propio recruiter te hace una especie de mini-examen para ver si realmente sabes de lo que dices que sabes. Suelen ser preguntas sencillas. Por ejemplo te pueden preguntar si en python existe una sentencia "case" o que diferencia hay entre python2 y python3. Normalmente si respondes con seguridad y te extiendes un poco en la explicación de tus proyectos y ven que controlas, intentarán que tengas una entrevista telefónica con su cliente. Mi consejo es que seas honesto. Hay muchas empresas que buscan muchas cosas. Es mucho mejor decir que no sabes de algo que decir que controlas mucho y no tener ni idea. Vas a tener muchas entrevistas ... pero muchas, así que tranquilo. Esto no es como en España que no te llama ni el tato. Aquí no van a parar. Ya te llegará el momento. Por otra parte hay clientes que piden cosas necesarias y cosas que no lo son tanto. La honestidad es un plus.
Si el recruiter piensa que vas a encajar, le va a enviar tu CV a su cliente. El tuyo irá con unos cuantos más, así que a veces el cliente simplemente pasa del tuyo. Por lo que sea pero pasa. Tranquilo que llegarán más oportunidades. Si finalmente tienes la entrevista telefónica lo más probable es que se centre en aspectos técnicos. Aquí suelen tender a hacerte preguntas "raras". Voy a explicar esto un poco más centrándome en python, que es lo mío. Una pregunta típica es la diferencia entre una tupla y una lista. Intenta extenderte en la respuesta poniendo incluso ejemplos. Te van a preguntar por los "decorators" ... en fin, cosas así. Tras 4 o 5 entrevistas en las que te hayan preguntado cosas que no sabes, ya no hay problema: te las has aprendido.
Si al cliente final le has gustado, querrán que pases un test. Te enviarán un test "sencillo". Y lo pongo entre comillas porque de sencillo nada de nada. Y no es que sea jodido. No lo es para el que se pasa el día trabajando con ese framework o con ese entorno concreto. Pero claro a lo mejor no estás tan familiarizado con RabbitMQ o con el Rest Framework. O a lo mejor lo tuyo son las Restful API y no se te dan tan bien los formularios. Así que te va a costar en general lo tuyo. Mi consejo es que los cojas con tiempo. Da cualquier excusa (voy más liado que la pata de un romano, tengo un rollo familiar este finde, estoy haciendo otros 2 test en cuanto los acabe me pongo con el tuyo ...) y toma el tiempo que necesites. Hay 2 cosas que son MUY IMPORTANTES ... el tema testing (Unittest, TDD, BDD, etc.) y sobre todo las buenas prácticas. Yo la cagué al principio con las buenas prácticas. Míralo bien por Internet. Hay 200 documentos que puedes leer. Hay incluso IDEs con plugins que te dan pistas sobre el tema.
Otro consejo ... SUBE TODOS TUS TESTS A TU GITHUB. Cuando hayas hecho suficientes es posible que no te pidan tests. Que vean el código que has escrito para otros y eso les sea suficiente. A mí me pasó con la empresa que finalmente me contrató ... vieron mi GitHub lleno de tests y les fue suficiente. Esa fase me la salté con ellos.
Si finalmente llegas a la entrevista cara a cara tienes mucho camino andado pero ni de lejos va a ser fácil. Yo llegué a 6 o 7 finales antes de encontrar trabajo. Ten en cuenta que hay otros candidatos. Yo al principio apunté hacia posiciones en las que pagaban mucho y llegaba a la última entrevista y me tumbaban. Al final apunté el tiro algo más abajo y conseguí encontrar trabajo. Si es tu primer trabajo en UK piensa que eso al final pesa bastante.
Yo tardé algo más de mes y medio para encontrar trabajo. Comparado con España donde lo había intentado durante año y medio sin conseguirlo es una maravilla pero la verdad es que se me hizo eterno. En primer lugar es mes y medio sin cobrar estando el Londres. Y tienes que estar en Londres porque te pueden llamar para una entrevista cara a cara de un día para otro, con lo que no te puedes arriesgar a no poder ir. Aquí hay muchas oportunidades pero los trabajos vuelan. Las empresas son rápidas contratando (y descartando) así que tienes que estar sí o sí. Y en segundo lugar la espera desespera. Muchas (pero muchas) veces pensé que no lo iba a conseguir y que me iba a tener que volver a España con el rabo entre las piernas y habiendo perdido una pasta con el día a día en Londres.
Vas a tener muchas oportunidades ... sé honesto en las entrevistas y espera tu momento. Te va a llegar. Si me llegó a mí con 53 años y con apenas 2 años de experiencia laboral, le llega a cualquiera. Aprovecha para aprender mientras estás en el proceso de selección. Aquí dicen que encontrar trabajo es un auténtico trabajo y tienen razón. Yo empleaba como 8 horas al día entre tests y estudiando nuevas cosas que me podían preguntar. Las cosas que piden en UK no son exactamente las mismas que las que se piden en España (sobre todo con los temas de DEVOPS y de testing). Y que tampoco te asusten los requerimientos que ves en las webs de empleo. Muchas veces son la carta a los reyes magos que hacen las empesas.
Y una última cosa ... apúntate a muchos procesos. Emplea un par de horas cada día en ver una por una todas las nuevas ofertas que hay (cada día hay decenas de nuevas ofertas). Una semana anduve muy liado con tests y no miré las ofertas y el nivel de llamadas bajó seriamente la siguiente semana.
Espero que a alguno de vosotros os sirva y que alguno de vosotros se anime. De verdad que es mucho mejor de lo que yo creía. No se lo digáis a nadie pero vine a Londres acojonado.
Homo sum, humani nihil a me alienum puto. O lo que es lo mismo: "Soy un hombre, nada humano me es ajeno". Entiendo que es la máxima a aplicar para revitalizar esta web. Cierto es que el primer paso exige privar de su desproporcionado poder a los negativizadores estériles que por frikismo (obtener su 0.2 que, para cualquier ser racional, no vale nada) o sectarismo tumban noticias sumamente interesantes, aprovechando el desmedido valor que el algoritmo da a los negativos. Pero no basta con desparasitar meneame: hay que renovarlo y diversificarlo.
Esta web es un agregador de noticias que en tiempos recientes se ha abierto a los artículos de opinión. En el fondo ambas cosas son coherentes, pues las noticias dan ideas e información, y los artículos persiguen ese mismo fin aunque en ellos la opinión tenga un peso mayor. Pero, en el fondo, la esencia de esta página es intercambiar datos y pensamientos para enriquecer el criterio propio.
La palabra escrita es la forma más usada para ello hasta el momento en meneame, pero podría darse un mayor valor a lo audiovisual, del mismo modo que generar espacios donde los usuarios puedan dialogar de una forma más atractiva que la que les ofrece el nótame o el mero cuadro de comentarios de una noticia. Se me ocurren las siguientes cosas:
-Crear espacios donde los usuarios puedan subir podcasts o vídeos elaborados por ellos, sean de temática política, artística o cualquier otra de las que tienen cabida en esta web. Así se fomenta la participación mediante vías más innovadoras y atractivas que el mero texto escrito. Se trata de que el meneante pueda compartir sus ideas y creaciones con la comunidad en lugar de limitarse a subir contenidos preexistentes.
-Organizar eventos en directo (tipo "te respondo" o incluso debates con gente interesante como periodistas que sean usuarios) para que los meneantes se interesen por entrar en la franja horaria durante la que se están celebrando, y puedan incluso participar en ellos mientras duran. Dichos eventos podrían ser audiovisuales, o como mínimo tipo radio.
-Fomentar la parte lúdica y de relación interpersonal dentro de la web. Mucha gente puede verse estimulada si, dentro de meneame, encuentra las vías para conocer a personas afines (sea de su ciudad o de otras partes del país) e incluso organizar quedadas.
-Crear apartados donde el personal pueda obtener información práctica que le ayude en su día a día, y compartirla con otros que puedan necesitarla.
-Dar un buen trato a la gente que integra la comunidad. Nadie permanece en los sitios donde no le tratan bien.
No son grandes ideas, pero seguro que vosotros podéis añadir más y mejores!
Los abusos de poder nunca vienen solos. La tolerancia ante uno, siempre implicará el nacimiento de muchos más. Por eso es tan importante la cultura democrática. El principio elemental de dicha cultura es que los derechos y libertades de los ciudadanos son sagrados. Independientemente de cualquier otro factor más allá de su condición de seres humanos libres y dignos.
El PSOE ha tolerado que la derecha más rancia se salte la ley para intervenir una autonomía en contra de la Constitución, pues el art. 155.2 CE no amparaba semejante medida. Ha tolerado que se encarcele a gente por delitos inexistentes y se les imponga prisión provisional sin que se den las circunstancias exigidas por la ley.
El siguiente paso ha sido intervenir las cuentas del Ayuntamiento de Madrid. La excusa es obscena: se acusa al Ayuntamiento de incumplir el límite de gasto (cosa que hacen innumerables consistorios sin ser intervenidos). Y se le acusa a pesar de que, con esfuerzo y honradez, ha minorado de forma drástica y en tiempo record la ingente deuda generada por Ana Botella, experta en dilapidar dinero público en lujos, enchufes y demás gastos suntuarios que en nada benefician a los ciudadanos.
La medida es dictatorial, mafiosa e impresentable. Busca dañar la imagen de Carmena de cara a las próximas municipales debido a que, con su buen hacer, se ha ganado el corazón de muchos madrileños. Pero el PP se ha crecido al ver que, en Cataluña, puede saltarse la ley del modo más obsceno para perseguir a rivales políticos. Envalentonado, lo ha vuelto a hacer en Madrid. Y me temo que es sólo el principio.
El nacionalismo me deja frío, pienso que la independencia de Cataluña no traerá ningún beneficio al pueblo y considero que las fronteras sólo debilitan y aislan. Pero nunca dejaré de denunciar cualquier atropello contra la voluntad de los ciudadanos, por muy en desacuerdo que esté con su forma de pensar. Primero porque los derechos y la voluntad democrática de toda persona son sagrados. Y segundo porque negar una sola vez estos derechos y tolerar que se violen (sobre todo si se hace a gran escala como en Cataluña) es abrir la caja de Pandora.
... se vería más o menos así (continuación de esta versión para 1940):

Lo sé, no tiene justificación y no me voy a molestar en describir como sucedió, pero ayer por la noche, sábado, yo me estaba durmiendo, en la tele estaba el Sálvame Deluxe y entrevistaban a Urdaci cuando una colaboradora dijo “El 95% de los asesinos son hombres, y el 98% de los asesinos en serie también, así que no se porque un hombre ha de tener derecho a decidir sobre la vida”.
No me preguntéis por el resto de la entrevista, pero yo que estaba ya durmiéndome de repente sentí como mis sentidos se agudizaban ante semejante burrada, y por semejante idiotez me costó volver a dormir
No hablaré del derecho a la vida, ni defenderé las posiciones ultraconservadoras de Urdaci, pero las cosas se defienden con argumentos válidos, no diciendo cosas sin sentido.
Podría yo decir que el 100% de las personas que abortan son mujeres, así que no entiendo porque las mujeres deberían de tener derecho a decidir sobre la vida. Sería un argumento igual de “válido”.
Entiendo que sólo desde una posición ultrafeminista se puede soltar un argumento así contra los hombres y quedarse a gusto, como si fuera lo normal.
No sé si los valores citados sobre la incidencia de las costumbres asesinas se basan en algún estudio. Probablemente no sean ciertas, aunque probablemente si es cierto que hay muchos más asesinos hombres que mujeres. Hay motivos de educación, entorno y culturales que insisten en esa distinción entre sexo fuerte y débil, películas, etc. Esto hace que siga siendo una lacra de nuestra sociedad la violencia machista, o el “la maté porqué era mía”. Aunque quizás los niveles de testosterona influyan en la predisposición a la violencia -no lo sé, no es lo mío – lo cierto es que la mayoría de los hombres no somos asesinos, y menos en serie.
Podría aquí citar a algunas asesinas, e incluso a algunas en serie, pero eso no cambiaría el hecho de que la existencia de asesinos y asesinas no guarda relación con el derecho a la vida.
Manifestaciones así no deberían quedar impunes, y constituyen una incitación a la violencia similar, o peor, a las que se condenan por mensajes de Twitter, incitando al odio entre los sexos dando por sentado que los hombres no podemos opinar puesto que lleveamos un asesino dentro.
Quisiera de paso expresar que la redacción de artículos es un medio para crear contenidos propios fuera de las exigencias de canon de CEDRO. Hace poco escribí un artículo sobre la situación en Cataluña respecto al independentismo y la cultura. Ojalá más gente escribiera sobre su posición ante los temas de actualidad, sea cual sea.
Tras el 11S, los EEUU iniciaron una carrera en pro de la seguridad aumentando espectacularmente sus presupuestos en materia bélica, espionaje y seguridad. Un vendaval que arrastró a todo occidente a dos guerras estúpidas con el consiguiente gasto económico, social y humano.
Colas infinitas en aeropuertos, complejas tramas de espionaje informático, torturas, vuelos ilegales, Guantánamo, espionaje telefónico a millones de personas en todo el mundo, Snowden perseguido…han sido tantas las cosas que han pasado.
Según el New York Times, desde los atentados de las Torres Gemelas el gasto en seguridad se ha incrementado en un 24% a nivel mundial, pero hay un fenómeno que pocos se han parado a calcular: el tiempo, la frustración y las limitaciones que han provocado a toda la humanidad las paranoias delirantes de los estadounidenses en materia de seguridad y cómo sus movimientos geopolíticos han sido el abono esencial para la crisis económica mundial que sacudió nuestras vidas debido, entre otras cosas, a la subida del precio del petróleo.
Ahora ellos, los que llevan importando golpes de estado a todo el planeta desde hace casi 80 años, los maestros supremos de la seguridad, los principales productores de armas, el país inviolable, los de la frontera infranqueable, los que activan las alertas de terrorismo a la más mínima señal, se encuentran con que una panda de white trash, negacionistas y antivacunas han entrado al Capitolio como Pedro por su casa, armados, algunos borrachos, han provocado el espectáculo más delirante, grave y ridículo que jamás habríamos podido imaginar: un intento de golpe de estado.
Pirados disfrazados de animales mitológicos encarándose a la policia, cuarentones con unas cervezas de más sentados en los despachos de los más altos representantes de la primera potencia mundial, acnéicos post-adolescentes robando sillas y mesas, una anciana disfrazada de estatua de la libertad con una corona de papel albal destrozando cristales y una banda de paramilitares fascistas hiriendo a policías. Abuelos con la Navy Jack haciéndose selfies en el despacho de Nancy Pelosi con los pies encima de la mesa.
¿Cuántas películas, series, libros han sido creados sobre ataques al Capitolio? Terroristas de alto nivel, complejos virus informáticos, espías de la KGB, incluso complejas tramas sobre extraterrestres... Ayer pudimos comprobar que la realidad no siempre supera a la ficción. Todo era tan cutre, tan ridículo, tan abochornante...
Durante las dos primeras horas de este ridículo injustificable solo se detuvieron a 14 personas (hace unas semanas se produjeron más detenidos en un desahucio en Villaverde). Después, aplicación del toque de queda que la inmensa mayor parte de los asaltantes se pasaron por la trenca. Informa el Washington Post que casi todos los asaltantes han dejado el Capitolio sin problemas y por su propio pie.
Cuesta compaginar esta delirante situación con esta foto. Es el Memorial Lincoln protegido por la Guardia Nacional durante las manifestaciones tras la muerte de George Floyd. White-trash sí. Negros, no.

Comentaba Larry David que lo de ayer parecía sacado de una película de los Monty Python. Pero una vez digerido el ridículo y agotadas las carcajadas, uno no puede dejar de preguntarse en manos de quien hemos estado siempre. Y en manos de quién vamos a estar. Sobrevaloramos la capacidad de la política. Llenamos de significado palabras que en realidad no significan nada. Creemos en la inviolabilidad de cosas que para nosotros son sagradas, pero que luego acaban reducidas a la nada de una forma tan delirante como increíble. Tragamos con medidas de seguridad, colas y prohibiciones que convierten nuestras viajes y vidas en puro tedio insufrible, pero luego un negacionista baila sobre la mesa de la presidenta del Congreso de la Primera Potencia Mundial al son de música sureña. Nos comimos una crisis mundial auspiciada por políticos que se amarraron al poder vendiendo seguridad y guerra y ahora comprobamos que un psicópata lleva teniendo acceso al botón nuclear desde hace 4 años.
¿En qué momento el mundo se convirtió en una parodia?
menéame