Israel lleva lavando su imagen en el Festival de Eurovisión, cuyas semifinales se celebrarán este martes y jueves en Basilea (Suiza), desde que debutó en 1973. Es más, su mera presencia en el certamen musical supone un blanqueamiento del país y de sus políticas contra Palestina, aunque ha habido ediciones en las que incluso incurrió en la provocación directa. Así, tras ganar la edición de 1978 con A-ba-ni-bi, una canción sobre el amor interpretada por Izhar Cohen & The Alphabeta, decidió organizar la gala del año siguiente en Jerusalén, ...