#1 Creo que la hostelería le hace un flaco favor al vino. Una copa de un mal vino cuesta más que una caña y encima te lo sirven como si fuera sangre de unicornio, cantidades ridículas.
Me encanta el vino, pero tomármelo en mi casa. En los bares se me queda cara de timado, pido cerveza y así no me me miran mal mis amigos.
Portada
mis comunidades
otras secciones
-Si me va bien: evado impuestos.
-Si me va mal: pido ayudas.
Así funciona aquí un emprendimiento, muchacho.